Pensamiento 7

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Tierno niño enojado, cuyas alas de luciérnaga no pienso romper. Sólo quiero cuidarte, hacerte una lluvia de besos en los labios y entre las mejillas. Tatuar, con el láser que sólo el amor puede sellar, mi nombre en la punta de tus labios, para que pienses en mí al hablar. Conectar nuestras venas, agregando otro motivo para que seas parte de mi existencia, y lograr que el hilo rojo de mi meñique amarre a tu corazón.

Memorias de una poetisa enamoradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora