Aunque también me gustaría ser una mariposa. Negra, gris, blanca o simplemente azul. Una mariposa para volar alrededor de ti cada vez que se me antoje, para hacer círculos en el cielo, que eres tú, y escribir con mi belleza tu nombre. Una mariposa que bata sus alas alrededor tuyo, y en ellas estén escritas los poemas para ti. Para posar mis alas sobre tu hombro y llenarte de mi color, aunque eres tú quien me llena del tuyo. Para planear y sobrevolar entre tus cálidos y negros cabellos. Me gustaría ser una mariposa para susurrarte al oído, para ser tu consejera y ser la guía que a tu corazón le falte cada vez que el miedo a caer en el abismo, te espante. Y me metería en tu estómago. Para que, cuando pienses en mi paso por este, tu mundo, sientas un cosquilleo dentro tuyo. Y sabrás que soy yo, tu fiel mariposa.
ESTÁS LEYENDO
Memorias de una poetisa enamorada
PoesiaAdéntrate en un viaje por los sentimientos, hechos letras, de una poetisa enamorada. Espero que disfrutes de estos escritos y te identifiques con todo el amor que está impreso en ellos.