Pensamiento 11

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Aunque también me gustaría ser una mariposa. Negra, gris, blanca o simplemente azul. Una mariposa para volar alrededor de ti cada vez que se me antoje, para hacer círculos en el cielo, que eres tú, y escribir con mi belleza tu nombre. Una mariposa que bata sus alas alrededor tuyo, y en   ellas estén escritas los poemas para ti. Para posar mis alas sobre tu hombro y llenarte de mi color, aunque eres tú quien me llena del tuyo. Para planear y sobrevolar entre tus cálidos y negros cabellos. Me gustaría ser una mariposa para susurrarte al oído, para ser tu consejera y ser la guía que a tu corazón le falte cada vez que el miedo a caer en el abismo, te espante. Y me metería en tu estómago. Para que, cuando pienses en mi paso por este, tu mundo, sientas un cosquilleo dentro tuyo. Y sabrás que soy yo, tu fiel mariposa.

Memorias de una poetisa enamoradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora