Memorias de una poetisa enamorada

Yo que te amaría

Me dio tanta pena verlo en ese estado. Yo que, si pudiera, me quitaría esta máscara de oxígeno y se la pondría, queriendo que le llegue oxígeno al cerebro y empuje amor a su corazón. Yo que contaría las estrellas como si fueran de sus pecas. Yo que tomaría su rostro en mis manos, como admirando un ser que acaba de ser creado por Dios. Yo que me escaparía de un súper salto al firmamento, para robarle una estrella al cielo y atacaría al sol para llevarlo conmigo a la tierra, y entregarlo a mi príncipe constelado. Yo que dejaría de soñar cada noche, para pensar de lleno en él. Yo que levantaría su barbilla cada vez que se sienta solo, y le enseñaría el camino para encontrarse a sí mismo. Yo que partiría el sol en pedazos, para envolverlo con su calor. Yo que le haría tatuajes, con mis besos, en sus mejillas, y tejería una telaraña de abrazos para que no quiera salir de este gran amor nunca. Me dolió verlo luchando contra si mismo, luchando contra sus propios ojos y contra mí. Yo que quiero ser su estrella, para cuidarlo, ahora que se acaba de ir.