Pensamiento 1

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Mientras todo el sexo femenino había reaccionado ante su llegada. Mientras medio mundo se detenía a cada paso que sus piernas, blancas y atléticas, daban en el lugar. Pero esto no parecía quitarle el sueño. O, más bien, quizás se había acostumbrado a esto desde su nacimiento. En donde aquella extraña belleza lo condenó, eternamente, a robarse la atención a donde quiera que el destino quiera llevárselo. Las mujeres lo miraban pasar inevitablemente, atraídas por el chico de tez pálida y perfecta anatomía.

Memorias de una poetisa enamoradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora