GRACIAS VAGGIE

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Narra Charlie .

Lo besé. No puede ser. Ahora seguro que me odia, no nos deja tocarle y voy yo a besarlo. Me quiero morir.

Subí por el ascensor a mi habitación, estaba demasiado cansada para subir por las escaleras. Cuando llegué, me tiré a la cama y me quedé dormida al instante.

Narra Alastor.

Esa niña, me besó y luego yo la besé, no puede ser. No me gusta que me toquen. Pero se sintió bien. No, no puedes permitir eso. Pero en el fondo sé que me gustaría otro beso. Si sus labios saben a fresa, ¿Como sabrá ella? No Alastor, no pienses en eso.

Subí por las escaleras a las habitaciones, luego le di las buenas noches a Nifty que estaba en la puerta esperándome.

- ¿Y besa bien?
- No se de qué me hablas Nifty.
- Yo tampoco, no los he visto, si es eso lo que te preocupa, pero os habéis quedado solos, y os mirabais así, que yo pensé qué...
- ¿Como me miraba ella?
- Cada vez que te miraba se sonrojaba.
-¿Es en serio? - estaba feliz, no sé por qué.
- Si, buenas noches Al.
- Buenas noches Nifty.

Estaba feliz y no sabía por qué. Quizás era por qué cada vez que Charlie me miraba se sonrojaba y eso surgía en mi algún tipo de satisfacción. O podría ser que ya el hotel estaba inaugurado y ya podía ver a los demonios fracasar. Si, seguro que era por la segunda.

A la mañana siguiente me desperté con unos golpes en la puerta de mi habitación.

- Alastor querido, me debes un café y una explicación.
- Ya voy...

Con un chasquido me vestí con mi ropa habitual y también dejé una nota en la puerta de mi habitación. Luego con otro chasquido, Mimzzy y yo aparecimos en la cafetería que estaba cerca de mi casa.

- ¿Que van a pedir hoy?
- Un café amargo para mí.
- Yo un café con leche y mucho azúcar, por favor.

Un café con leche y mucho azúcar. ¿Qué demonios me pasaba, que siempre que alguien mencionaba ese tipo de café, me sentía raro?

A los segundos el camarero ya estaba con nuestros cafés.

- ¿A que viene esto? No es lo tuyo los trabajos de caridad.
- Lo se, solo es por entretenimiento.
- Pero no es lo tuyo. ¿O hay algo más?
- No se de qué me hablas Mim.
- Vamos Al, lo sabes perfectamente. El haber sido tu mujer me trae ventajas.
- ¿A si, como cuales?
- Saber lo que piensas.
- Oye eso no es nada nuevo, eso lo hacías antes de casarnos igualmente.
- No empieces. Qué te sientas atraído por Charlie no está mal.
- Oye, sabes que no me gusta que me leas la mente y no, solo es curiosidad por lo que esa niña puede hacer.
- Ambos sabemos que no es sólo curiosidad.
- Ambos sabemos que no hemos venido solo a tomar café.

Estaba un poco enfadado con Mimzzy, ¿Como se atrevía?

- No te enfades Al. Sabes que no te lo digo a malas, es más, me alegro por ti, que después de todo te enamores, no está mal.
- ¡Ya basta! Mimzzy, no estoy enamorado y no lo voy a estar. Y se acabó.

Pagué los cafés y me fuí de allí. En el fondo sabía que Mimzzy tenía razón, pero no quería admitirlo. Alguien como yo, no se puede enamorar y menos de la niña mimada de Lucifer.

Narra Charlie.

Me desperté varias horas más tarde, me vestí con mi traje de siempre y bajé a desayunar. Hoy era sábado por lo que teníamos la recepción cerrada al igual que los domingos. Si alguien quería venir a hospedarse tendría que esperar al lunes. Fuí a ver si Vaggie quería dar un paseo conmigo y me fijé en que había una nota en la puerta de Alastor.

- Buenos días a todos, he salido a tomar un café con Mimzzy para saldar mi deuda, no me esperéis a desayunar. Mis cordiales saludos, Alastor.
- Vaya, incluso escribiendo una nota es perfecto.

¿Pero qué dices Charlie?

- Vaggie,- llamé suavemente a la puerta de su habitación- ¿Quieres venir a dar un paseo?
- Si- respondió ella medio dormida, - ahora bajo, preparame en café con leche.
- Vale.

Bajé a la cocina y preparé los cafés. Luego bajo Vaggie.

- Buenos días Charls.
- Hola Vags.

Estuvimos hablando mientras desayunábamos y luego salimos a la calle. Mucha gente nos miraba con cara rara y otra nos felicitaba por el hotel. Luego llegamos a un parque apartado. No había mucha gente. Vaggie y yo nos sentamos en un banco.

- Vaggie, tengo que contarte algo que me pasó anoche.
-¿Fue algo malo? Sabía que no podíamos fiarnos del sonrisas. ¿Tiene el algo que ver?
- No, bueno, si.
- ¿Te hizo daño?
- No, lo contrario. Nos besamos.
-¿¡Queeee!? No, dime qué es mentira.
- No Vaggie, y no me arrepiento. Fue genial.
- No se por que me cuentas estas cosas.
- Por que eres mi mejor amiga y quiero saber tu opinión.
- Sabes perfectamente lo que opino sobre el.
- Por favor , no te enfades conmigo.
- No estoy enfadada, solo quiero protegerte.
- No quiero que me protejas, solo quiero a mi mejor amiga.

Luego Vaggie y yo nos abrazamos.

- Pase lo que pase y sientas lo que sientas yo siempre te voy a apoyar.
- Gracias Vaggie eres la mejor.
- Ahora quiero que seas sincera.
- Está bien.
- ¿Te gusta Alastor?

¿Qué? No me esperaba esa pregunta para nada. ¿Qué si me gustaba? No lo conocía de casi nada, lo conozco de hace varios días y ahora me pregunta Vaggie que si me gusta. Por favor...

- Yo... Ehh... No lo se.

Y era cierto, no lo sabía, no sabía que demonios sentía. Sabía que cada vez que me miraba me avergonzaba, provocando esto un gran sonrojo en mi. Cada vez que lo veía sonriendo, un montón de mariposas empezaban a volar en mi estómago.

- Charlie...
- Vale, si, si que me gusta, pero solo un poco.
- Está bien.

¿Qué he dicho? Madre mia... Es cierto, Alastor sí que me gusta, es más me encanta todo lo que él me hace sentir.

- Oh Vaggie, me siento tan feliz...
- Y que vas ha hacer.

¿Qué voy a hacer de que? Miré a Vaggie con cara rara.

- Me refiero que si se lo vas a decir.
- Noooo.
- ¿Entonces?
- Si se lo digo me va ha tratar diferente, solo nos conocemos de hace un par de días, ni si quiera tenemos confianza.
- Pues ganate su confianza.
- ¡Tienes razón! Gracias Vaggie eres la mejor.

Luego regresamos al hotel con ideas para acercarme más a Alastor.


Quiero venganza. Charlastor. Hazbin HotelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora