CARTA

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Narrador omnisciente.

A la mañana siguiente...

Charlie acababa de despertarse, estaba un poco adormilada pero se vistió como siempre y bajo a desayunar. No había nadie en la cocina, luego llegó Vaggie.

- Buenos días Vags.
- Buenos dias.¿Qué tal ayer con Alastor? ¿Conseguistes lo que querías?
- ¡Siii, ya nos tenemos más confianza, estoy alucinando!
- Y bueno, ¿de que hablasteis?
- De todo un poco, sobretodo de nuestra vida, yo le conté la mía menos lo de mi ex... Y él me contó la suya, antes y después de estar en el infierno. El pobre lo ha pasado fatal.
- Yo sigo sin fiarme mucho, ¿Estás segura de que no te mintió ni nada de eso para darte pena?
- No, y sabes perfectamente que mentir no funciona conmigo.
- Es verdad, tú y tu tonto poder para leer los sentimientos.- dijo Vaggie en tono bromista
- Oyeee.- Charlie y Vaggie comenzaron a reírse.

Cerca de ahí Alastor lo estaba escuchando todo, con su oído superprodigioso...

Vaya, con que Charlie puede leer sentimientos, es un poder extraño incluso para los demonios... Alastor estuvo en la puerta de la cocina un buen rato hasta que se decidió por entrar.

- Buenos días señoritas.
- Buenos días.
- Hola. - Respondió Vaggie tan cortante como siempre.
- Le recuerdo señorita Charlie que me debe una comida.
- Si, no me he olvidado de ella. Te espero en la recepción a la hora acordada. Ahora, me voy a terminar los horarios de reabilitación para los futuros clientes del hotel.
- Si quieres, en cuanto acabe de desayunar te ayudo.
- Si gracias Alastor.
-¿Y yo que puedo hacer Charlie?
- Tu Vaggie, con tan solo levantar a Ángel, Nifty y Husk, y compres mucha comida, me vale, mañana abrimos el hotel, que nervios.
- Charlie, no te pienses que va ha venir un montón de gente a reabilitarse, es más, muy pocos lo quieren y no creo que veas un progreso inminente. Esto va ha ir muy despacio.
- Concuerdo con Vaggie.
- Vale, tranquilizaros, solo estoy emocionada por todo esto, es todo.
- Sabes lo que pasa cuando te emocionas demasiado, acabas decepcionada.
- No Vaggie, no me va ha pasar esta vez. Ahora, si me disculpais...

Charlie se fue caminando deprisa a su oficina, quería acabar todos los horarios en la mañana, y también que le sobrara tiempo para prepararse, pero eso es prácticamente imposible sola, así que agradeció mentalmente a Alastor.
Mientras tanto, Vaggie estaba terminando su desayuno.

- Bueno,Vaggie, ¿Qué tal el día?
- Mal.
-¿Y por qué mal?
- Que más da. Si total soy una amargada según todos.
- Sabes, yo no pienso eso, solo que te enfadas muy fácil.
- Gracias. Ahora, si me disculpas voy a despertar al resto para que tengas compañía.

Vaggie odiaba a Alastor, pero tenía que contenerse por Charlie, se fue a las habitaciones ocupadas y llamó a las puertas. Intentó despertarlos suavemente pero al igual que a Charlie, les costaba levantarse. Después de un rato intentándolo, se cansó.

- ¡ARRIBA PEDAZO DE VAGOS! OS QUIERO EN LA COCINA EN MENOS DE 5 MINUTOS, ¿ENTENDIDO?
- ¡Si señora!- la contestaron todos casi a la vez.
- Eso espero.

En ese instante, Alastor estaba solo en la cocina, había escuchado los gritos de Vaggie y disfrutó de sus 5 minutos de paz antes de que llegaran los otros. Se tomó su café amargo tranquilamente absorto en sus pensamientos. Me voy a morir otra vez, de aburrimiento esta vez, a ver si ya abren este intento de hotel... En verdad, me alegro de estar aquí, tengo el presentimiento de que todo esto va ha ser entretenido, no solo por las pobres almas que intenten redimirse por supuesto, si no también por Charlie, esa chica es todo un espectáculo... Me tiene cautivado. Quiero descubrir todo lo que puede hacer, pero no sé cómo... Lo único que sé es que me encanta su sonrisa y sus labios saben a fresa. No quiero que deje de sonreír nunca y si hace falta matar a alguien lo hago... Espera ¿Qué? Apenas conoces a Charlie de hace unos días, y ¿Me estoy regañando internamente? Basta Alastor. Da igual. Lo único que quieres es que Charlie sonría, por qué te gusta su sonrisa. Sólo eso... Si sólo eso.

Quiero venganza. Charlastor. Hazbin HotelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora