¿Qué somos?

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- ¿Sabes abuela? Creo que ya estoy preparado para buscar a mama y a papá.
- ¿Estás seguro? Hace que no los ves desde que tenías creo que 7 años.
- Lo se... Pero creo que ya estoy listo para hablar con ellos... No se...
- Yo te apoyo Al.
- Gracias dulzura. ¿Vas a querer acompañarme?
- Si por supuesto.
- ¿Donde están abuela?
- Viven al lado de mi casa en el infierno, voy a recoger mis cosas, ya que vamos, me quedo allí ya.
- Es hora de hacer una visita a casa de la abuela ¡Ha Ha ha! Oye Charlie ¿Me puedes acompañar un momento fuera mientras mi abuela hace las maletas por favor?
- ¡Si claro!

Charlie y Alastor salieron de la habitación de Isabel.

- Aprecio mucho que me quieras acompañar de verdad querida.
- No te preocupes, sé que va ha ser duro para ti ver a tus padres después de tanto tiempo y quiero estar para apoyarte. Después de todo, eh, somos... Eh... ¿Qué somos?
- Más que amigos supongo, amigos que se besan ha ha ha.
- Eh, ya... Supongo que sí... - Charlie miró al suelo un poco triste.
- Bueno, si quieres ser algo más... Va ha tener que ser después de algunas citas que de seguro te propondré. Por ejemplo,  querida Charlie, te invito mañana por la noche a una cita en el bar donde trabaja Mimzzy, ¿Te apetece?
- ¡Oh sí! Estaré encantada de acudir con usted señor Alastor. Jajaja.
- Ha ha ha. Me parece perfecto, pasaré a por ti.

Charlie y Alastor estaban a punto de besarse cuando...

- ¿Ya acabaron de coquetearse?
- ¡Isabel!
- Venga vámonos, darme la mano, nos teletransoportaremos, vivo bastante lejos.

Charlie y Alastor tomaron la mano de Isabel y a los pocos segundos estaban en la puerta de una mansión bastante sofisticada.

- ¡Eh, yo conozco este barrio! ¡El palacio de mis padres está a unas manzanas de aquí! Este barrio es de ricos y de demonios poderosos.
- Lo se cielo, por eso vivo aquí. Entrad venga.

La casa por dentro era rosa palo al igual que su dueña. Tenía cuadros donde estaban retratados los padres de Alastor y ella siendo demonios y también había un pequeño retrato de un humano.

- Mira Charlie, adivina quién es este de aquí.
- ¡Oh es un humano!¡Alastor eres tú! ¡Oh por dios que monada!
- Abuela por favor... Venimos a otra cosa gracias.
- ¡Todavía hay tiempo! No te agobies querido.
- Señora Isabel, ¿De dónde saco usted el cuadro? Si bien se, no se pueden traer cosas del mundo humano.
- Es cierto, pero también es verdad que pasan al otro lado algunas pertenencias que lleves encima y en mi caso yo llevaba este collar.

La abuela de Alastor sacó un pequeño collar de oro con un gran rubí rojo en el centro. Luego abrió el rubí y dentro había una foto de Alastor humanos con unos 10 años.

- Está foto paso conmigo al otro lado. Luego contraté a alguien para que la retratará más grande.
- Oye Alastor, ¿Tu pasasteis al infierno con algo del otro lado?
- Pues no me acuerdo... Creo que no.
- ¿Cuando quieres ver a tus padres querido?
- Si puedes llamarlos ahora, mejor...
- Vale. Disculparme un momento, voy a por el teléfono.

Charlie y Alastor vieron a la mujer medio ciervo desaparecer en la oscuridad de su casa.

- ¿Estás preparado?
- Si.
- Tu tranquilo, todo va ha salir bien... Yo estoy contigo.

Charlie y Alastor se besaron.

- Muchas gracias cariño.
- No haya de que. Por cierto. ¿Como se llaman tus padres?
- Hace años que no los nombro... Mi madre se llamaba Diana y mi padre Tom.
- Tenían nombres muy bonitos.
- No tan bonitos como el tuyo Charlie.
- Aw que mono eres.- Charlie se acercó a Alastor y le besó en la mejilla.
- Me esperaba otra cosa.
- ¿Otra cosa como esto? - está vez Charlie lo besó en los labios.
- Si, algo como eso.
- ¡Chicos! Ya encontré el teléfono. A ver cómo era el teléfono... Ah si.

Quiero venganza. Charlastor. Hazbin HotelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora