Quiero venganza. Charlastor. Hazbin Hotel

¡Están hechos el uno para el otro!

- Ciertamente no lo he pensado, ¡pero es fácil!¡No me arrepiento de nada!
- ¿Y tu Sara?
- Yo de algunas cosas en parte. Por ejemplo, si que me arrepiento de haber matado a algun que otro inocente, ¿Pero de haber matado a esos hijos de puta que hicieron daño a mi hija? Ni de broma.
-¿Qué le pasó a tu hija?
- Unos hombres intentaron violarla. Los maté por supuesto, descubrí que pertenecían a una organización que se dedicaba al tráfico de personas. Con eso me refiero que secuestraban chicas para luego prostituirlas. Eso casi lo hacen con mi hija de no haber sido por mi... Maté a todos los que pertenecían a esa organización. También mate a inocentes tratando de matar a los otros y de eso es lo único que me arrepiento. Mi marido lo sabía, y él me apoyaba, pero no venía conmigo.
- Vaya, lo siento por tu hija...
- No te preocupes Charlie, seguramente ella esté en el cielo ya.
- ¿Vaggie?
- Bueno... Quizás de lo único que me arrepiento es de haberme suicidado. ¿Pero de matar a esos cabrones hijos de puta que se metían conmigo? ¡Ni de coña!
- Vale vale. ¡Pues eso es todo por hoy! Mañana nos vemos. Voy a intentar poner en práctica otro tipo de terapia.
- ¡Vale, nos vemos!

Charlie salió de la sala y se fue a la recepción por si llegaba algún alma rebelde que quisiera redimirse. Pero el único que pasó por allí fue Alastor.

- Hola querida.
- Uh, hola Al. ¿Qué tal?
- Yo bien.
- ¿E Isabel dónde está?
- Está en el bar con Husk y Nifty... Creo que sospechan algo.
- Bueno, no te preocupes, ya me encargaré yo de borrar todas esas sospechas...
- Gracias querida.

En ese momento entraron varios demonios al hotel. Charlie saltó a través de la mesa de la recepción para atenderlos personalmente.

- ¡HOLA! ¡Bienvenidos a Hazbin Hotel! Soy Charlie, ¿Qué se les ofrece aquí?
- Bueno- hablo uno de los demonios, era rojo fuerte con cuernos y cola, como los típicos demonios- venimos a reabilitarnos. ¿Puedes hacerlo verdad?
- ¡Si, por supuesto! Lo único que tienen que hacer es firmar unos papeles para mí y ya está. Luego tendréis que ir a terapias.
- Vale- respondió otro, este era de un rojo más oscuro y un poco más pequeño que el otro.- ¿donde firmamos?
- Acompañarme...

Charlie les dio los papeles, eran un total de 5 demonios, todos habían caído en el infierno por la adicción a las drogas.

- ¡Muy bien chicos! Tomar vuestra llave, vuestras habitaciones están en el primer piso, y ahora, acompañarme, os voy ha hacer una visita guiada por el hotel. Al, ¿Nos acompañas?

Alastor había permanecido observando todo el tiempo, en completo silencio, ni si quiera los 5 demonios que habían llegado se habían percatado de su existencia. Hasta que la princesa lo llamó. Entonces los demonios lo vieron. Alastor estaba con una sonrisa aterradora mirando a los nuevos huéspedes, luego cambio de sonrisa a una más tierna para mirar a Charlie y le respondió a la pregunta.

- Oh no querida. Me vuelvo al bar con Husk e Isabel.
- Está bien. Seguirme por favor.

La princesa del infierno les guío por todo el hotel, hasta llegar al bar, donde curiosamente están todos.

- Estos son Nifty, la encargada de la limpieza, Husk, el bartender, Alastor, quien me ayuda con el hotel, Vaggie, es cliente pero también me ayuda, y finalmente Isabel y Sara, que también son clientes.
-¿Y yo que rubia?
- Oh, si, este es Ángel Dust, también cliente...
- Así es bebés.
- Podéis iros a vuestras habitaciones para instalaros, mañana será la terapia a las 12 de la mañana, por favor, ser puntuales.

Los 5 demonios se retiraron del bar. Charlie ya no se contuvo las ganas de gritar.

- ¡Ahh, estoy tan emocionada! ¡Por fin ya tenemos muchos más clientes! ¡Estoy súper ansiosa!