Isabel

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Charlie estaba en la recepción rellenando papeles, tenía que hacer mucho papeleo cada vez que alguien entraba a su hotel y también tenía pendiente pedir permiso o algo así a Dios para que los demonios redimidos puedan entrar al cielo. Después de estar rellenando los papeles por un buen rato decidió llamar a su madre.

- Hola Charlie cariño, ¿Qué tal va todo?
- Bien gracias por preguntar, ¿Qué tal tu?
- Buen también, ¿A que se debe tu llamada?
- Bueno, me gustaría poder tener una reunión con papá acerca de mi hotel, pero él no me coge el teléfono últimamente, me gustaría que le convencieras para poder hablar con el.
- Si claro cariño.
- Por favor, ven tú también a la reunión, si es que papá decide hacerme caso...
- Tranquila cielo, seguro que si.
- También quiero hablar contigo más en persona.
- ¿Sobre que?
- Sobre Eldrich. Bueno mamá, muchas gracias por atender mi llamada. Te quiero.
- Y yo a ti también tesoro.

- ¿Con quién hablabas?
- Oh Alastor, que susto. Estaba hablando con mi madre. Quería tener una reunión con mis padres y ya sabes que mi padre no quiere saber nada de mi últimamente con esto del hotel, así que le he pedido ayuda a mi madre.
- ¿Quieres que vaya contigo a la reunión?
- Es muy amable por tu parte querer venir Alastor, pero prefiero ir sola.
- Como quieras. Si me disculpas, voy a ir con Husk.
- ¡Adiós!

¡Ring Ring!

El teléfono de Charlie volvía a sonar. Rápidamente la dueña de dicho aparato procedió a cogerlo rápidamente.

- Hola mama, ¿que ha dicho papá sobre la reunión?
- Ha aceptado. Muy enfadado eso sí, pero no te preocupes.
- Gracias mama, eres la mejor.
- Charlie, no te preocupes por tu padre, solo está decepcionado por lo de la tele, pero ya se le pasará no te preocupes.
- yo también estoy triste y decepcionada conmigo misma por eso. No me hace falta la compasión de padre para nada, a partir de ahora, no pienso tenerle ni una pizca de afecto, estoy harta de el. Esta siempre igual conmigo, yo... Yo ya no puedo más...

Pequeñas lágrimas brotaban de los ojos de la princesa. Estaba cansada de que hasta incluso su propio padre se tomará en burla los he quería hacer.

- Charlie, no...
- Mama, déjalo, ya no hay vuelta atrás. ¿Cuando va ha ser la reunión?
- En una hora
- ¿¡En una hora!?
- Si, tranquila, todo va ha irte bien. Y no llores, no me gusta eso de ti, me gusta más tu sonrisa.
- Gracias mama, te veo en una hora.
- Adiós cielo.

Charlie colgó la llamada, las lágrimas amenazaban con volver a salir.

-¿Charlie?

Rápidamente Charlie se secó las lágrimas que habían salido. Y volvió a sonreír.

- Oh hola Ángel.
- Oye chica, ¿Estás bien?
- Si todo bien.
- Pues no lo parece,¿Quieres que llame a Vaggie o a Alastor?
- ¡No! Por favor no hace falta.
- Sabes, no se me da muy buen esto de las palabras, pero se nota que has llorado. Dime lo que te pasa.
- Prométeme que no se lo contarás a Alastor y mucho menos a Vaggie.
- Te lo prometo.
- He hablado con mi madre por teléfono. Tengo una reunión con mis padres en un rato, lo peor es que mi padre no quiere ni verme y sabes Ángel, estoy muy cansada de todo.- Charlie comenzaba otra vez a llorar- y no quiero que mi padre se sienta defraudado conmigo. Quiero que esté orgulloso, pero pensamos distinto y...
- Shhh, rubia, esto de llorar no te pega. Tranquila, tu reunión va ha salir bien, y tu padre tarde o temprano, se va ha sentir orgulloso. Y si no lo siente, que se joda por qué lo voy a estar yo.
- Gracias Ángel, eres el mejor.
- De nada guapa. Ahora, vete a prepararte para esa reunión ¡y triunfa!

Quiero venganza. Charlastor. Hazbin HotelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora