Capitulo 14: Pacto

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-¿¿Es decir que mi hermana no regresará??-Pregunta Mael asustado, yo estoy igual.-¿¿No harán nada para traerla de regreso??. Corre peligro al lado de esos psicópatas.

-Lo sabemos bien Mael.-Responde Edward.-Pero ten por seguro que no permitiremos que ella se quede allí. Lo qué decimos es que quizá tengamos que rescatarla de otra forma. Ya que como dijo Carlisle, y yo también lo pienso, esto tiene la firma de los Vulturi por donde lo mires.

-¿Está seguro?

-No lo puedo asegurar. Pero si, estoy muy convencido que así es. Alec y Jane nunca se atreverían a actuar por su cuenta sin informarle a ellos lo que están tramando. Además esto les conviene a ambos. Alec tiene a Diamond como su esposa y Aro a su arma controla mentes.

-Ahora entiendo, es obvio que no la devolverán.-Habla Mael nuevamente. Y yo a cada segundo pierdo un poco más la cordura.-Pero no lo sabremos hasta estar allá.

-¿¿Que??

-Tenemos que ir a Volterra.


-Debes estar bromeando.-Réplica Rosalie. Mael niega.

-Es la única manera, tenemos que hablar con los Vulturi y exigir que la liberen, de otra forma, si vamos y atacamos su fortaleza sin previa audiencia nos asesinarán.

-El tiene razón. Queramos o no, hay un código que debemos seguir. Y para nuestra mala suerte, Mael y Diamond ya son buscados por los Vulturi. Sumar otra "Falta" a su lista no ayudará. Al contrario, nos complicará las cosas.-Todos asentimos no muy convencidos, pero sabemos que debemos hacerlo si queremos que Dy vuelva, iré por ti nena, no te asustes. Y cómo ese vampiro te toqué aunque sea un cabello haré que se arrepienta.
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Narra Diamond Storm:

Mi estomago vuelve a rugir, es la tercera vez en esta hora. Pero aunque este muy hambrienta no pienso aceptar la comida que Alec me ofrece.


-Anda amor, tómala, es obvio que tienes hambre.-Yo niego.-No seas terca. Podrías enfermar.


-Prefiero mil veces eso que aceptar lo que me ofreces.


-No digas eso.


-Pues es lo que pienso, que no entiendes que te odio y no quiero contigo!-Alec suspira y mira al frente.


-Ya aprenderás a aceptarme cariño, lo se.


-Quien es el terco ahora.-El viaje continua por una media hora mas, hasta que llegamos al castillo de los Vulturi. Estacionan el auto y me sacan de el sin problema, me siento débil, no he comido en un buen rato, así que no tengo fuerzas para pelear o resistirme, y aunque pudiera no llegaría a ninguna parte. Hay vampiros por todas partes. Me atraparían antes de llegar a la puerta.

Ambos hermanos caminan conmigo tomándome con sus brazos a través de los pasillos, no noto el tiempo que caminamos hasta que llegamos al salón del trono. Aro, Caius y Marcus nos esperaban, igual de elegantes que siempre, y tan fríos como los monstruos que son. Al verme Aro soltó una risa psicótica.


-Diamond, querida!, que gusto verte de nuevo. Estas tan hermosa como siempre.-Decidí no decir nada, en este caso, seria lo mejor, ya que no sabia lo que podrían hacerme.-¿Dime, ¿Fue agradable el viaje?.-Yo no dije nada.-Veo que no tanto, estas muy pálida, de seguro tienes hambre.-Ignore su burla.


-¿Porque estoy aquí?-El me miro con sorpresa.


-¿Que Alec no te lo dijo?, eres nuestro regalo.


-¿¿Regalo??


-Si, bueno, te explico. Estábamos hartos de enviar buscadores para traerlos aquí. Sabíamos que no lograríamos atraparlos. Así que pensamos en un plan mejor. Alec nos propuso traerte aquí y dar nuestro consentimiento para vuestra boda, ademas de dirigirla claro. Y a cambio tu te unirías a nuestra guardia. Sabíamos que si dejábamos de buscarlos ustedes bajarían la guardia.


-¿¿Que??, ¿¿Están locos??.


-Para nada querida, como ves, todos salimos ganando.


-Todos excepto yo. Yo no acepte esto.


-Bueno si, en eso tienes razón. Pero ustedes nos pertenecen a nosotros, así que no tienen voz aquí.


-Me niego a hacer esto.


-Adivina que querida. No nos importa lo que quieras, nosotros tomamos las decisiones.


-No pueden tenerme aquí contra mi voluntad!


-Claro que podemos. Nosotros somos los reyes, y lo que queremos se cumple.-Sonrió de una manera tan macabra que un frió en mi espalda intenso se hizo presente.-Ahora, llévenla a que coma algo y preparen la para la ceremonia. Celebraremos la boda esta misma noche.-Hay no, no. Dos guardias se acercaron a mi y me tomaron de ambos brazos, arrastrándome por los pasillos. Chicos, por favor, quien sea que pueda ayudarme, que lo haga rápido.

No me abandones |Embry Call|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora