La perdida

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Perdóooooooon por el capítulo pasado éste está un poquito mejor, ya hacía falta algo de dolor y corazones rotos 😬😬😬😬

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El aroma a desinfectante y medicina inundó mis fosas nasales antes de poder siquiera abrir los ojos, el sonido de alguna maquinaria taladraba mis oídos y obligó a mi cerebro a mandar la orden a mis ojos para que se abrieran, no lo hubiera hecho, el cuarto era blanco y brillante y una cortina azul me separaba del exterior, automáticamente todas mis extremidades y torso comenzaron a doler y fui consciente de la persona que respiraba audiblemente en la silla contigua a mi cama. Repasando la información adquirida, tenía 2 puntos:
1. Estaba en un hospital por una razón desconocida.
2. No recordaba absolutamente nada.

Una linda enfermera rubia entró a la habitación haciendo el menor ruido posible para no despertar a la persona de la silla, sin embargo no había reparando en mi presencia, ¿cuánto tiempo debía tener aquí para que eso sucediera?

—Hola— dije con una voz que no parecía mía.

—¡Ay santo Niño Jesús!— dijo cubriendo su pecho asustada después de revisar una máquina a mi derecha— Catherine ¿cuánto tiempo llevas despierta?— preguntó mientras la persona en la silla se removía despertando... un segundo ¿Catherine?

—¿Qué sucede?— preguntó persona 1: señora de la silla— Oh por Dios gatito despertaste— no soy un gato... mi mirada debió sacarla de su ensoñación —Cat... ¿sabes quién soy, bebé?— la miré con una sonrisa de arrepentimiento, Dios, la cabeza me mataría

—Iré por el médico— informó la enfermera ante mi falta de contestación rápidamente.

—Lo siento, pero no— contesté la pregunta anteriormente formulada por la persona 1

—Oh mi Dios— cubrió su rostro mientras eso doctor entraba con la misma enfermera y otra

—Catherine ¿cómo nos sentimos hoy?— preguntó dirigiendo una luz a cada una de mis pupilas una vez que estuve sentada, Miré a la persona 1 pensando qué tal vez ella era Catherine.

—Oh... ¿es a mi?— realicé cuando todos me miraban expectantes. Comencé a desesperarme de no saber corregirles mi nombre

—Sí cariño— contestó el médico... ¿era su cariño?

—Me siento bien... sólo no consigo recordar nada— fui honesta

—¿En qué año crees que estamos?— mierda... ni idea. Alcé mis hombros —¿Qué es lo último que recuerdas?— escanee mi memoria, pero estaba en blanco... excepto.

—¿Mayo?— contesté dudosa

—¿Recuerdas el mes?— apuntó algo en su libreta

—¿Mes? No... la palabra— informé

—¿Mayo es importante para ti, Catherine?— sus preguntas idiotas

—No lo sé— estaba enfadándome

—¿Quién es ella?— apuntó a la persona 1

—Si usted no sabe, menos yo— persona 1 lloraba silenciosa

—Habrá que hacer tomografías, como le comenté el daño sería visible hasta que ella despertara— le informó el doctor a persona 1 como si yo no estuviera en la misma habitación, aclaré mi garganta

—Me gustaría una explicación— me enderecé en mi sitio

—Catherine es tu nombre, tuviste un accidente hace una semana y has estado aquí desde entonces— informó, Dios, una semana.— la mujer a la que constantemente llamas "persona 1" es tu madre, Angela — No sabía que había dicho lo de persona 1 fuera de mi cabeza, me sonroje ante la información

—Lo siento— dije mirándola— no puedo recordarla— explique mi disculpa

—No hay nada de que disculparte— tomó mi mano y aleje rápidamente la mía

— Lo siento —No se sentía bien que me tocara; sus ojos se llenaron de lágrimas.

—Hay que tener paciencia, todo pasará— explicó el doctor— pediremos tus estudios y todo estará bien Catherine.

—Gracias— asentí hacia él

—¿Esta bien si algunos de tus amigos y familiares entran a verte? Podría ser bueno para tu memoria— pidió, asentí no muy convencida. —Excelente, Angela acompáñeme afuera.— tomo a persona 1 por el hombro y salieron dejándome sola con el odioso pitido. El sonido de la puerta minutos después me sacó de mi trance.

—Adelante— grité, era extraño ver a la gente por primera vez

—Hola Cathy— Señor... unos 50 años... canoso... persona 2– soy papá, gatito— informó

—Hola— susurré, no podía creer el hecho de no reconocer a mis padres, pero igual no reconocía muchas cosas.

—¿No recuerdas nada, cariño?— todos deberían de dejar de decirme "cariño"

—No— contesté viendo mis manos

—El accidente fue... duro— bueno, cuando menos persona 2 me daba más información, lo miré —Un... chico, no veía nada por la lluvia y te golpeó, según Chris— ¿Chris? Me suena...— diste algunas vueltas en el aire y tu cabeza golpeó el suelo— lo miré.

—¿Quién es Chris?— pregunte realmente interesada en él

—Tu mejor amigo desde los 5 años, Cathy— informó— ¿quieres verlo? No se ha alejado del hospital ni un segundo desde que te trajo— asentí, necesitaba más información y mi corazón latió muy rápido con la mención de su nombre. —Le diré que pase— salió de la habitación no sin antes besar mi frente, era extraño como nada de sentía real.

—Gatito... Oh Dios lo siento tanto— lloraba un orangután gigantón entrando a mi habitación, debo admitir que mi miedo le gano a mis ganas de conocerlo, tatuajes marcaban sus brazos y su cabello largo lo hacía parecer salvaje— Lo siento, te he asustado— se sentó a mi lado en la camilla que rechinó contra su peso, la máquina de mi corazón era imposible de silenciar —Soy Chris— me miraba suplicante— hemos sido amigos toda la vida... mejores amigos— esos ojos eran algo que nunca olvidaría, podía confiar en el gran hombre.

—Hola— susurré aún intentando calmar mi corazón

—Hola Gatito— suspiró pesado, imagino que sacando todo el estrés que lo había asechado— creí que me dejabas tú también— sus ojos verdes llenos de lágrimas eran una tortura para cualquiera y me atreví a tocar su mano, mis dedos cosquilleaban ante su contacto.

—No— no sabía que más contestar— ¿Quién te dejo?— parecía triste

—Es una larga historia— sonrió— ¿Qué te parecieron tus padres? ¿Locos no?

—No recuerdo nada de ellos —expliqué confundida cuando la puerta sonó.

—Hola— un chico misterioso asomó su cabeza por la puerta, su simple presencia me hizo sentir una profunda tristeza, era como si hubiera drenado el aire de mis pulmones

—Jake, pasa— dijo Chris y el nuevo chico entró

—¿Cómo te sientes Cat? Tu mamá dijo que podía entrar— quería llorar y no podía apartar la mirada de él, parecía tan Bueno, se sentía lejano

—Quiero que te vayas— se quebró mi voz— Quiero que se vaya— urgí a Chris

—Tranquila Cat, es sólo Jake— intentó calmarme, la máquina de mi corazón estaba descontrolada y una enfermera entró en la habitación con rapidez

—Necesito que salgan— ordenó y pinchó la bolsa del suero con algún medicamento colocando oxígeno en mi rostro— Es un ataque de pánico, Catherine, no pasará nada— la miré realmente asustada y triste ¿quién era él y por qué me había hecho tanto daño?

CatherineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora