Desayuno

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¡FELIZ AÑO NUEVO! 2020 de amor para todos

Princesa, tal vez deberías contratar un novio falso— me dijo Chris mientras íbamos en el auto al desayuno, mi madre, padre, hermana y abuela iban en el auto de mi madre... un Mini Cooper en el cual ¿qué creen? Yo no cabía... ¿coincidencia? Lo dudo.

—¿Qué es esto? ¿Una chick flick de las que te gustan?— pregunté, mi hermoso Teddy bear era demasiado sentimental y le encantaban las películas de romance, a mi también me encantaban pero él no debía saberlo.

—Me gusta saber qué le gusta a las mujeres, hablarles con el corazón y aparentar ser un chico malo parece funcionar— me intentó explicar.

—Con las quinceañeras— me burlé

—Eso crees— un guiño de ojo destructor fue todo lo que bastó para terminar con esta platica, tenía razón, él podía conquistar a cualquier mujer y lo hacía; le había conocido tantas novias que no recordaba el número exacto, una vez le dije el nombre de una "saliente" con la cual Chris ya había terminado a la chica oficial... me gané una bofetada, él también y aparte perdió a su chica. —Pero bueno— dijo de pronto— sí has tenido novios reales ¿Qué hay con Ian?

—Se comprometió y se casó con la chica con la que me engañó— respondí restándole importancia

—¿Y Ryan?— continuó

—Es gay— sonreí ante su expresión

—¿Qué demonios le haces a los hombres?— me miró en una luz roja, alce los hombros— El otro chico ¿Mark? ¿Mike?

—¿Te refieres a Charlie?— asintió rápidamente

—Ese maldito bastardo— soltó una carcajada

—Se mudó a Madrid o Argentina o algo así

—¿Hiciste que huyera del país?— se veía falsamente ofendido— iba a aceptar la propuesta de tu abuela de casarme contigo, pero lo pensaré dos veces— golpeé su brazo y reí mientras él aparcaba, habíamos llegado a mi tortura.

Son las 8 y media de la mañana, hay fácilmente 50 mujeres en trajes color pastel, vestidos y sacos y si hay algún pantalón presente es de la escasa población masculina que nos acompaña en el salón.

—Iré al patio, necesito compañía masculina antes de perder mi toque— informó Chris antes de besar mi frente y desaparecer por la puerta lateral, seguido por la mirada de mujeres cachondas de todas las edades.

—¡Cat! Hermosa, feliz cumpleaños ¿que edad ya? Veinti...— dejó el número sin terminar... Jessica, si esto fuera una película ella sería la mala porrista mimada y maleducada que quiere quedarse con mi inexistente contraparte masculina, sus cabellos oscuros y piel bronceada me recordaban a Ariana Grande, en una versión alta y desagradable.

—Cinco— terminé por ella fingiendo que su rostro de sorpresa no me molestaba.

—Estabas con Christian ¿Ya es tu novio?— le encantaba, pero no metería a Chris en mi patética vida amorosa

—No— apreté mis puños

—Oh... bien entonces, iré a ver si... necesita compañía— me guiñó un ojo y salió detrás de mi mejor amigo. No me preocupaba, Chris jamás le haría caso, sabía que la aborrecía y que el sentimiento era mutuo.

—Zorra— susurré

El té era espantoso, mis primas me habían tomado como una muñeca de trapo y estrujado por la última media hora y era hora de ponernos los sombreros, decir la oración y salir a los jardines a vernos lindas.

CatherineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora