Trabajo

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Desperté con un mensaje de "Buenos días" de parte de Jake, podría acostumbrarme a esto rápidamente, me duché y me vestí como todos los días para ir al trabajo. La empresa a la que me dirigía diariamente era una organización corporativa de publicidad y diseño gráfico en la cual manejábamos desde marcas internacionales como locales y mi trabajo era desarrollar ideas diariamente basadas en los comportamientos de las personas, divertido, pero cansado; mi área era la Vicepresidencia desde hacía dos años y vaya que había luchado por ese puesto, hoy llegaba mi jefe Julian Stoner, apuesto, rico y devastadoramente viril, nunca había conocido un hombre igual y más directo, cuando me contrato prometió follarme en su escritorio, obviamente no lo habíamos hecho, sin embargo su presencia era para poner los vellos de punta ¿Christian Grey? Un teletubie comparado con mi jefe.

—Cat, llegaron los nuevos proyectos para brief, los deje en tu escritorio— Camila, la mejor asistente en el mundo y lo más cercano a una mejor amiga, a Chris le gustaba... su único defecto.

—Okay, Cam... ¿el jefe?— me miró con los ojos muy abiertos y señaló mi pequeña oficina. Maldita sea, me preparé mentalmente para el mayor acoso laboral. Tienes novio, Cat... ¿Novio? ¡Ha! Tienes un Jake, Cat...

Catherine Hut...— su voz, su sedosa voz era hipnotizante. Ni siquiera lo había visto, estaba volteado en mi silla mirando por la ventana que quedaba detrás de mi escritorio.

—Boss— colgué mi bolso en el perchero y fingí que las bragas no se me mojaban con el puro sonido de su voz. Volteo la silla y me miró

—Bonito vestido— me recorrió de arriba abajo, Dios, lo que causaba este hombre. Tienes un Jake... tienes un Jake...

Bonita corbata— yo sé la había regalado la navidad antepasada, lo hacía a propósito

—Un vejestorio, ven Cat— palmeó su rodilla, sabía lo que causaba y está consciente de su belleza

—Estoy bien— apenas salió como un hilo de voz. Trabó su quijada ante mi respuesta

—¿Conseguiste novio?— Sí

—No— ¿Qué?

—No veo problema entonces— se levantó, estaba ofendido y me alcanzó, Dios... perdóname Jake. —¿Por qué tan... distante?— Su nariz me hacía cosquillas en el cuello mientras que sus manos recorrían mis brazos, me aparte rápido.

—Tengo trabajó— mi jefe tenía dos hijas una era de la edad de mi hermana... ¿han escuchado la canción "a mi me gustan mayores? Sí aplica. 48 años, divorciado desde hace 6, años que tengo trabajando aquí, ¿coincidencia? Definitivamente no.

—¿Cuándo vas a mamármela, Cat?— les dije que era directo, ya me había acostumbrado

—Jamás— contesté alejándome más y sentándome en la silla detrás de mi escritorio, tomando papeles sólo para fingir que hacía algo e intentar dejar de sudar.

—Catherine— volteó mi silla hacia él, solté un gritito ante el movimiento— ¿Cuándo me dejarás follarte en mi escritorio?— jamás me tocaba inadecuadamente, sus roces siempre eran en brazos y cuello y yo me había dejado la verdad pero ahora Jake estaba en mi mente.

—Yo... salgo con alguien— ¿por qué era tan difícil admitirlo

—Hmm— se levantó de su posición y respiré, sus manos fueron a mis hombros cuando se posicionó a mi espalda— tu "saliente" no te da lo que necesitas— gemí cuando tocó un punto sensible en mi espalda... no lo tientes Cat... —No sabes lo que causas Catherine— susurró, tocando más puntos sensibles y haciéndome gemir sin parar, era bueno, tendría un orgasmo sin que me penetrara.

CatherineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora