Corrí y corrí sin detenerme desde que fui a su casa a entregarle la maldita fotografía, el plan era decirle todo, que termine con Jess, que pedí la custodia de Susie, pero no pude... no quería ser una razón para que elle dudara de su elección, pero ahora... me arrepiento.
—¡Jake! ¡¿Jake a dónde vas?!— gritó mi madre mientras corría fuera de la casa, hacia unos minutos había dejado a Cat para que tuviera otra vida, otra oportunidad.
—Volveré, cuida a Su por mi— rogué aun corriendo y tomando un saco antes de salir de la casa hacia mi auto, maneje como un maldito loco pues tenía que llegar a Francia, Pérouges no tiene aeropuerto.
Pase por su casa para asegurarme de que no se hubiera arrepentido y siguiera aquí, ya no estaba... no quería obligarla a quedarse conmigo, sólo quería que supiera que la esperaría así fuera lo último que hiciera en mi vida.
Espérame Cat... voy por ti
Las calles parecían más llenas de tráfico que nunca, la nieve caía en pequeños copos anunciando el fuerte invierno, yo sólo quería ver a mi Cat una vez más.
Tarde demasiado tiempo en darme cuenta de lo que estaba perdiendo por orgullo y por mi maldita mediocridad, tenía miedo de lo que Jessica pudiera hacer, sus amenazas constantes, sus gritos y nuestras peleas, deseaba que Susie tuviera la vida perfecta, pero esta no era... la vida perfecta para Susie no sería con dos padres que no se aman y mucho menos se entienden.
Mi abogado me apoyó con el trámite, independientemente de si Jessica se quedaba con ella, yo quería haber luchado por mi hija, pedí custodia compartida pero que se quedara a vivir conmigo y Jess fuera a verla cuando ella deseara, a Jessica no le gusto el plan y ahora peleamos por custodia completa... mi miedo aumenta, pero no hay nada mal en mi archivo que pueda separarme de mi hija, sólo necesito algo más para que mi mundo esté completo... a Cat.
La entrada a Francia tenía una congestión terrible, los turistas abundaban por las fiestas decembrinas y el próximo Año Nuevo, la ansiedad me hizo morderme las uñas y gritar en el auto por mi frustración, debía llegar... tenía que llegar a tiempo y decirle lo que sentía, si ella nunca se enteraba las cosas podrían ser diferentes.
En el estacionamiento del aeropuerto vi el auto de Chris, una nueva corazonada de esperanza me invadió y tan pronto encontré aparcamiento baje del auto con una rapidez que desconocía.
Dios mío Cat... espérame
Entré a la primera estación y divisé el grandísimo cuerpo del mejor amigo de mi chica... mi chica... deseaba gritarlo al mundo entero.
—¿Y Cat?— fue mi primer frase al llegar hasta él que me miró desconcertado
—Ya abordo, Jake... ¿Qué sucede?— preguntó
—La amo... eso sucede— me miró con entendimiento y corrimos a la sala de abordar
—Señor no puede entrar— me dijo la mujer que aguardaba la entrada. Corrimos a comprar los boletos, esto era emocionante como una película de Hollywood
—Los que sean que me dejen entrar a ese andén— señale sin saber el número exacto, el hombre me los tendió y Chris se quedó pagando, debía confirmarle cuánto lo amaba si alcanzábamos a Cat.
Pase las puertas de seguridad y deje mis zapatos, llaves y cambio en la pequeña caja que te dan, me importaba poco y Chris venía tras de mi.
—¡Señor! ¡No puede dejar esto aquí! ¡Señor!— gritó un hombre de seguridad mientras otros 3 se acercaban y Chris tomaba mis cosas siguiéndome y corriendo igual que yo.
—Debo entrar— rogué a la mujer que se encontraba en la última puerta a mi destino
—Lo lamento... ya están retirando el túnel— informó... mierda
—Sin túnel— habló Chris y mientras los guardias recobraban el aliento corrimos de nuevo a alguna puerta de emergencia donde pudiéramos salir a la pista, todo estaba cerrado y cada paso que daba equivocado me alejaba más de Cat.
Una de las puertas cedió ante mi empujón y ambos salimos como alma que lleva el diablo, ya no sabía cuál era el plan, yo sólo quería ver a Cat una última vez y revelarle mi amor.
Cuando llegamos al lugar indicado el avión ya se había alejado demasiado de nosotros y se dirigía a la pista para tomar vuelo... respiré agitado y pude sentir a los guardias que apenas nos alcanzaban. La mano de Chris apretó mi hombro cuando caí de rodillas derrotando y las esposas frías y metálicas se ciñeron dolorosamente a mis muñecas y las de mi acompañante. No quería llorar, pero las lágrimas se habían acumulado lo suficiente en mis ojos como para caer por mis mejillas
—Hermano... podemos irnos ahora y llegaremos con ella— afirmó Chris y negué
—Debo dejarla ir— me quise convencer a mi mismo
—Debes decirle lo que sientes— me urgió y los guardias se detuvieron junto con él juzgándome
—¿Los dejamos llegar hasta aquí y no le dirás lo que sientes?— preguntó la mujer policía que tomaba mis muñecas con las esposas.— Oh no cariño... o lo haces o te doy 72 horas— amenazó y Chris y yo la miramos. —Casi detengo el avión yo misma, fue todo muy tierno, como en Hollywood— dijo mientras limpiaba una lágrima traicionera de su mejilla
—Vámonos a Inglaterra— le afirmé a Chris— vámonos ahora.
•••••
Gracias a tod@s por ayudarme a llegar hasta aquí, es mi segunda historia y tendrá una secuela, jamás pensé que esto pasaría y de verdad siento que l@s amo. Sus vistas, comentarios y votos han hecho esta historia crecer y convertirse en más que un hobby, una pasión para mi.
Este es el final de esta primer parte pero sólo el principio de una gran historia, aún queda más por leer y más por conocer, ni crean que es lo último que veremos de Joe y Jessica y obviamente Cat y Jake volverán a nosotros.
❤️❤️❤️❤️❤️
L@s quiero, compartan, voten y comenten para que esto sea aún más grande.
Anna P.A.

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Catherine
RomancePrimer libro de la serie "Catherinette" Todos los 25 de noviembre en francia se celebra la festividad de Santa Catalina... patrona de los sombrereros, pero eso no es todo. Las mujeres mayores de 25 años que sigan solteras, llamadas "Catherinettes"...