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—Isabela está ocultando un embarazo. —Tú nana me dijo a escondidas—. Sus padres le dieron la opción de deshacerse del bebé o de casarse para no armar tal bochorno. Tú sabes cómo es la señora Marost y sus costumbres, para ella esto es un escándalo. El señor Marost quería que Isabela le dijera quien era el padre porque quería matarlo así de la mala rabia que tenía. —Me miró, mi cara asustada—. Ya no está tan enojado, no te hará daño. Se hizo la idea que el bebé no tiene padre, y que él le encontraría uno por sí solo.

Pero tenía padre, era yo... era yo...

—¿Qué decía Isabela?

—Aceptó el trato para no perder el bebé.

—¿Y dónde está ella ahora?

—Con sus otros padres, se fue para todo el fin de semana.

En la pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora