No vi a Rosa por semanas, pero te vi a ti todos los días.
Sin embargo, estabas extraña, porque no me besabas y tampoco querías entrar a mi habitación.
Isabela, querida, amor de mi vida, amor de mi alma, ¿qué pensabas tú que pensaba yo que te referías con "emendar el error"? Anda, debías haberme dicho, debías ser clara.
Te voy a decir que pensé: nos fugaríamos, no sé, a Lisboa, tal vez a Canadá, una casa en las montañas, donde nadie nos encontrara a los tres, tú, Mely, y yo.
Pero querida, estaba claro, tú y yo pensábamos tan distinto.
¿Existió ese tú y yo alguna vez? Por favor, de todas las preguntas, no me respondas esa.
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En la piel
Short StoryElla es seca y orgullosa. Detrás de esos escudos se esconde una niña frágil que nunca ha amado a nadie. Cuando Tim se enamora a primera vista de Isabela no tiene idea de por qué esta lo rechaza tanto. Tim quiere entender que hay en la piel de Isabel...