Herd - Omegaverse

HERD. Capítulo II

El líder Park, padre de JiMin, ya estaba allí con otros dos generales de gran rango, entre ellos el padre de JungKook.

Todos los miraron durante un segundo, pero nadie comentó nada.

- Tomad asiento.

Obedecieron de inmediato.

- Creo que mi hijo ya te ha contado parte de la misión, JungKook- dijo, amablemente, el líder Park.

- Sí, señor, me ha dicho que han desaparecido varios alfas y que los han encontrado fallecidos y que todos tienen una persona, hasta ahora desconocida en común. Según creo, usted quiere que yo vaya a ver a esa persona.

- Quiero que me lo traigas con vida.

- Entiendo. Había algún informe de él, ¿verdad?

- Ese que tienes en frente.

JiMin se lo alcanzó y JungKook lo abrió.

- Se llama Kim TaeHyung, es un alfa muy poderoso nivel uno. Pero poco se sabe de él. Hemos estado recabando información y hemos averiguado dónde vive.

- Esto está bastante lejos de aquí.

- Tres días a pie- dijo el líder- aunque apuesto que tú llegarías en media hora.

JungKook sonrió, complacido, siempre se había sentido bien ante el hecho de que alabasen sus habilidades en velocidad y destreza.

- Hemos acordado que puedes ir con alguien más- dijo el señor Jeon.

- Alguien que no sea JiMin- dijo el líder Park, al ver que su hijo iba a hablar.

JungKook lo pensó, pensó en la proposición de NamJoon y, finalmente habló.

- Iré sólo.

- ¿Por qué no vas con Nam?- preguntó JiMin- ha estado con nosotros desde siempre... es un buen alfa.

- Precisamente por eso- dijo girando la cabeza para mirarle a los ojos- es un alfa, sea quien sea ese Kim TaeHyung, caza alfas y yo no le voy a llevar a mi mejor amigo y tampoco a ti.

- Entonces todo está dicho- dijo el líder Park- saldrás mañana, hoy prepararás todo.

- ¿Podría dejarnos a los cuatro?- preguntó el general Jeon, mirando al otro general.

- Claro.

El hombre se levantó, hizo una profunda reverencia al líder Park y luego se dirigió a JungKook.

- Muy buena suerte, Jeon. Aunque, por lo que se comenta, sé que no te hará falta.

- Muchísimas gracias- dijo JungKook, levantándose de un salto y haciendo una reverencia al general que le acababa de hablar.

El señor Jeon se quedó en silencio, esperando a que el otro general saliera de la sala y, cuando lo hizo, esperó.

- Habéis llegado cinco minutos tarde y apestas a alfa- le reprochó su padre. JungKook quiso defenderse, pero no pudo. Otra gran mierda de ser un omega era aquella: no poder follar cuando uno quisiera- y ya me estás explicando porque tu camisa del uniforme está manchada de sangre en la zona del cuello.

El líder Park se incorporó en la silla y amenazó a su hijo con un dedo acusador.

- ¡Tu madre y yo no te criamos para forzar a un omega y menos a él!

- ¡Yo se lo pedí!- dijo JungKook, para evitar que JiMin cargara con un gran delito como aquel y porque era verdad.

- ¡Estáis sacando las cosas de quicio!- dijo JiMin, avergonzado.