Oficialmente sobrevivimos los exámenes finales, así que celebrarlo era la consecuencia más lógica.
—Vamos, Mia, quita esa cara larga. Terminamos los exámenes y aunque solo faltan las notas, está mas que claro que aprobamos.
—Si lo sé—intenté recomponer mi sonrisa—. Es que...
—Es que nada, hoy no pienses en Rámses, Gabriel ni en nadie de su homofóbica familia; tampoco pienses en Hayden, estará tan triste hoy como mañana, su desbalance emocional es químico, ojalá se le quitase con una noche de celebración, pero tu tristeza si podemos cambiarla. No le servirás a él también entristecida.
Mika tenía toda la razón, bueno en casi todo, no consideraba que Rámses, Gabriel, Fernando y Mike fuesen homofóbicos, creo que la traición que sentían por las mentiras de Hayden, era lo que les estaba causando problemas.
Pero claro, eso era solo mi suposición porque no hablábamos del tema.
—Vente—dijo Mika arrastrándome a la pista de baile improvisada en el patio de su casa—, vamos a bailar.
Ni siquiera pude resistirme porque me hizo brincar a su lado, y con cada brinco me quitaba un pequeño peso de encima, me olvidaba poco a poco de los problemas que no me dejaban dormir y que me cortaban la respiración.
Para cuando llegamos a la tercera canción, ya no estaba pensando en Rámses y la distancia que había nacido entre nosotros, ya no me pesaba la decepción que se acrecentaba día a día, porque no hablaba con Hayden. Me había roto su promesa.
Y sin embargo a pesar de sentirme mejor, estaba llorando, porque llegar a la casa era doloroso. A duras penas me hablaba con Gabriel y Rámses, la tensión y la incomodidad solo crecía.
Fernando y Mike tampoco aparecían, lo ultimo que supe fue que se irían de viaje de negocios, aunque no juntos, destinos distintos. Donovan e Isaack estaban en las finales de temporada, por lo que casi no los veía.
Pero ese era el menor de mis angustias, porque lo que realmente me tenía afligida, era Hayden. Nada lograba sacarlo de la depresión donde se encontraba. La perdida de sus hermanos, el luto que estaba llevando era muy grande, lo estaba consumiendo desde adentro, lo estaba devorando. Hayden dijo que era como un abismo negro que acababa con todo a su paso y cada vez que lo veía mas demacrado y con su mirada más entristecida y perdida, casi podía ver ese abismo destruyéndolo.
—Amelia, para. No puedes hacer nada hoy. Deja de pensar.
—No es tan fácil...
—Si lo es, toma—Megan me tendió su vaso y bebí un sorbo.
Era una bebida dulce, con muy poco alcohol. Así que le agradecí y me quedé con su vaso. El primero de varios que tomé.
POV Rámses
—A juzgar por tu cara, no llegó.
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No Juzgues La Portada 2
Teen FictionMe llamo Amelia Maggio y hace casi dos años mi padrastro me violó. Pensé que lo había podido dejar en el pasado, pero entonces descubrí que mi mamá está tan loca como él. Esa experiencia pudo haber acabado con cualquiera, pero yo contaba con una for...