Pov Rámses.
Desperté con la misma ropa con la que llegué a la casa. Pude haberme ido temprano hoy, pero preferí adelantar algunas de las horas de práctica y así disfrutar unos días más de vacaciones en diciembre, fue la oportunidad que nos dieron los profesores y no pensaba desaprovecharla.
Apenas abrí los ojos busqué mi teléfono y le marqué a Amelia.
—Hola—su voz ronca y el bostezo que dio me dejó claro que también acababa de despertarse—¿Cómo te fue anoche?—'preguntó entre un nuevo bostezo, que casi me hizo ver sus amígdalas.
—Bien, adelanté algunas horas. ¿Y a ti como te fue? ¿A qué hora llegaron?.
—No finjas que no sabes—rio.
—Solo te doy la oportunidad de que me cuentes tú y de no confesar que estuve acosándote un poco.
—No tienes ningún tipo de vergüenza.
—Sabes que no.
Ella se levantó de la cama con el teléfono en mano y la vi mientras caminaba hasta el baño. ¿Sigue con la misma ropa de anoche puesta?.
—Despertaste con la ropa de Gabriel
—Si lo dices así suena muy mal.
—Suena muy mal para él, es quien se quedará sin esa camiseta apenas vaya.
—Me la regaló
—Entonces muy mal para ti.
Rodó los ojos y después de un nuevo bostezo silenció la llamada aunque aún podía verla. Estaba orinando, podía verla orinar a través de la pantalla pero no escucharla. Me daba gracia.
Me contó todo lo del juego y de la fiesta, incluido la visita al baño que tuvo que hacer junto con Gabriel. No me sorprendí, era lo que le había pedido que hiciera, lo que si me sorprendió fue que ella no se molestase sino que por el contrario fuese algo normal entre ellos.
Quizás la convivencia ha ampliado la confianza entre ellos. No me gustaba para nada eso.
—¿Qué harás hoy?—preguntó en cuanto salió del baño.
Hoy, por primera vez desde que iniciamos el curso, no tendríamos ni prácticas, ni clases.
—Iremos al parque estatal Don Carter para acampar.
—Pasarás la noche fuera de casa.
—Si—respondí, aunque ella no estaba preguntando.
—Bien, está bien, es bueno que salgas, no todo puede ser estudio y trabajo.
Pareciera que intenta convencerse a sí misma y no a mí.
—Voy porque los chicos insistieron.
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No Juzgues La Portada 2
Novela JuvenilMe llamo Amelia Maggio y hace casi dos años mi padrastro me violó. Pensé que lo había podido dejar en el pasado, pero entonces descubrí que mi mamá está tan loca como él. Esa experiencia pudo haber acabado con cualquiera, pero yo contaba con una for...