『32』

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_¡Mira, me siguen!_ SeokJin grito emocionado, mientras corría por el departamento de NamJoon, los dos cachorros lo seguían y RapMon sólo lo veía confundido, ¿Quiénes eran esos dos que le robaban la atención del lindo chico?.

_Son lindos~_ NamJoon comentó sin dejar de ver al menor.

_¿Crees que se lleven bien con RapMon?

_Él es amigable, supongo que podría.

_Que bien, así podré venir a verlos cuando quiera~

_¿Qué?_ el oficial se sorprendió por eso_ Yo no me los pienso quedar, tener una mascota es demasiada responsabilidad y tener dos más seria mucha más.

_¿Y entonces quién los va a cuidar?

_Podemos darlos en adopción o podrías adoptarlos tú, me has dicho que quieres un perrito.

_Pero...

_Aquí se pueden quedar unos días hasta que les encontremos dueño, pero debes venir_ Jin hizo un puchero.

_No creo poder escaparme de mis hyungs tan seguido, sin meterme en problemas... Tal vez pueda llevarlos conmigo.

_¿Seguro?

_Si, seguramente mis hyungs comprenderán~

_Esta bien, pero si tienes algún problema-

_No te preocupes, todo estará bien.

_Ok_ asintió_ ya dejé platos con comida y agua para los dos perritos, voy a tomar un baño_ avisó y se fue a su habitación por ropa y todo para después ir al baño.

SeokJin siguió jugando con los perritos y ya luego se les unió RapMon. Una rato después los canes se quedaron dormidos y a Jin le ganó la curiosidad por la carpeta que estaba en la sala, cargando a uno de los perritos se fue a sentar frente a la mesa y lo colocó en su regazo para abrir la carpeta y ver rápidamente su interior.

_Orfanato Milagros de vida..._ leyó y sus pupilas se dilataron primero por la conmoción que sintió al leer aquel nombre y a los segundos se contraían_ Nada te puede pasar, todo esta bien, todo está bien_ murmuraba para si mismo. Seguía las indicaciones del profesional que lo trataba, debía enfrentar sus miedos y pasado, lo cual mucho venía de aquel lugar. Cuando se sintió más tranquilo paso a la siguiente hoja para comenzar a leer lo que había.

El caso de los niños que escaparon, fue lo primero que se encontró.
Luego el sucio negocio que se llevaba a cabo dentro del lugar y los malos tratos que aquellos niños habían descrito. Siguió pasando las páginas hasta llegar a las fotos del registro de los niños, ahí nada más se encargó de fijarse en algunas.

_Lee Jaehwan..._ leyó el nombre de su amigo, siguió revisando hasta dar con el nombre de su hermano y más adelante aquella foto de un niño pequeño y que no tenía nombre.
Sabía que era él, era de los más pequeños en ese lugar. Vivió en ese lugar desde que era un bebé de unos cuantos días, junto a su hermano mayor que él por ocho años, su madre los había abandonado porque no tenía los recursos para cuidarlos, posiblemente pensaba que en ese lugar estarían mejor, era lo que sabía porque fue único que YoonGi le contó.

No entendía porque su foto era la única que no tenía nombre, tal vez había sido gracias a sus hyungs o algo así.
Acarició al perrito en su regazo y siguió pasando las páginas hasta que se terminó y sólo quedaban unas fotos sueltas.

Una de ellas fue lo que desató todo, gritó tan fuerte que asustó a los tres perros, su mente estaba bloqueada y otra vez parecía estar defendiéndose de alguien.
RapMon había estado siendo entrenado para situaciones así, por lo cual supo reaccionar. Se acercó al chico y ladro unas cuantas veces hasta que logró captar su atención y se paseaba entre sus piernas, Jin parecía calmarse un poco y colocó sus manos sobre RapMon para acariciarlo, pero seguía llorando y susurrando algunas cosas.

Ɱყ ƥɾҽƭƭყ ƈɾíɱíղąƖDonde viven las historias. Descúbrelo ahora