No empezaré escribiendo el típico texto romantizado en el que hago la cuenta atrás en año nuevo y empiezo a pensar en todas esas personas y situaciones que han pasado por mi vida en este 2019. Lo haré escribiendo en cómo pensé en mí misma. En cómo luché y dejé de luchar incontables veces en un ciclo constante del que me sigue costando salir después de tantos años. Repasándome a mí misma en ese efímero momento, me di cuenta de lo que tenía claro para el próximo año: amor propio.
Ya basta de enfocar tu vida en lo que tienes alrededor, de no pensar en lo que hay aquí dentro. Lo que verdaderamente importa está ahí encerrado pidiéndote salir. Y eso está haciendo conmigo. Es una niña encerrada en su habitación, herida. Por los daños que ha recibido del exterior y por los que se ha hecho ella misma. Está pidiendo salir. Ser libre.
"Quiero vivir"
Eso dijo.
Y eso hará.
Ya basta de ser el pájaro enjaulado temiendo a los lobos de ahí fuera. Ya basta. Porque tantas adversidades y miedos han pasado por su pequeña vida, que ese pájaro diminuto ha acabado convirtiéndose en el ave fénix. Y esa soy yo. Y lo seguiré siendo.
Cuidémonos. Amémonos. Respetemos nuestras decisiones. Tanto las malas como las buenas. Somos la única persona con la que vamos a estar toda nuestra mísera vida. Aprovechémonos. Nunca es tarde para perdonarse, volver a levantarse y seguir mirando hacia delante.
Por mí.
Por todo lo que me queda por vivir.
Por un año lleno de amor propio.
Yo puedo.
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Mi pequeña destrucción
LosowePoco a poco, pequeños pedazos son capaces de unir un corazón roto. Para aquellos que aman la vida pero a veces se pelean con ella. Para aquellos que buscan su alma gemela. Para aquellos que buscan una vía de escape. Bienvenidos a mi mundo, bienve...