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Estaba realmente concentrado en su examen, habían un montón de números, fórmulas, ángulos, figuras en su cabeza corriendo por ahí y moviéndose de principio a fin en una hilera aprendida para facilitar el orden y responder correctamente. Jimin le había ayudado sin duda demasiado, creía que no había prendido nada y estaba desesperado, pero el examen parecía bastante fácil. Se sorprendía de si mismo cada tanto por estar resolviendo y llegar a las respuestas casi sin problema.

Al terminar, lo entregó con una sonrisa al maestro horrible, le caía tan mal, era un pesado.

El examen era demasiado importante, dado que el profesor le dijo que si sacaba una nota baja de nueve le haría repetir el año. Y tenía todo el derecho, Jungkook iba muy mal en su materia. Le gustaba tener buenas calificaciones, pero matemáticas le sacaba la vida.

"Eres un exagerado."

Jungkook rodó los ojos cuando volvió a sentarse en su lugar, miró la ventana y permaneció en silencio durante un largo rato. No iba a hablar con Jimin por su mente, aunque sabia que él estaba ahí, estaba analizando sus pensamientos, porque lo había estado haciendo desde hace rato.

Él sabía lo que quería, pero le daba mucha vergüenza. Demasiada.

Pasaron las horas, las clases, todo iba en su transcurso normal. Hasta que llegó la hora de descanso y como siempre, Jimin estaba afuera de su salón esperándole. El menor se lanzó sobre él, llenando de besos su rostro sin misericordia.

La gente estaba acostumbrada a verlos juntos, después de todo lo habían estado desde que eran muy pequeños. ¿Quién no se dio cuenta de que terminarían juntos como una pareja?, esa persona seguramente estaba muy mal con algo en si mismo. Porque, incluso, la señorita Byun siendo que era ciega sabía que ellos iban a terminar juntos.

Entrelazaron sus manos y salieron rumbo al estacionamiento, su comida estaba esperando por ellos en la cajuela del auto. Se sentaron adentro del auto con los topers de cada uno.

El menor abrió el suyo, con el arroz, las verduras y la pechuga empalizada reciendo para ser degustada. Hizo un mohin, las gotitas cubrían el recipiente y su arroz estaba húmedo, su carne estaba fría y sudada, debido a que su madre seguramente había calentado la comida y esta había perdido aquel calor sudando en el plástico.

─Jiminnie, está frío.

El mayor, tenía los palillos yendo a su boca, su comida era distinta a la del menor, la suya se comía fría, por lo que había empezado a comer sin problema. Movió su mano al toper del menor, sosteniéndolo y llevando la otra sobre la comida del chico, llevando ondas de calor que comenzaron a calentar la comida, hasta que la carne olía delicioso en el auto, le devolvió el toper y este sonrió mostrando sus dientes de conejo.

─Gracias, Jiminnie.

El mayor asintió, tomando el refresco de lata que había sacado de su mochila, abriendolo para dárselo al menor y sacando otro para él.

─¿Ahora si me vas a decir que tanto te sucede?

Jungkook se atragantó un poco con la pechuga, dejó los palillos en el toper y tomó del refresco. Miró a Jimin, sus cejas se juntaron.

─¿Por qué estás tan preocupado?, no es la primera vez que no te digo algo.

Jimin asintió, hablando con la boca llena.

Power | JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora