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Palatto no era tan malo, era algo molesto, pero mal chico no era.

Hasta ahora, lo que sabía, por historias que Palatto contaba de repente -y él nunca pidió-, era que Palatto gustaba de cosas sencillas como chocolates, chetos con salsa, escuchaba música de banda (lo que sea que eso significara) y también gustaba de canciones lentas con letra romántica; era muy cuidadoso con su imagen, él mismo cortaba su cabello, le gustaba vestir bien, dormía en un sillón arrumbado que encontró por ahí, vivía en una cueva y cazaba su comida. Era un chico que vivía en una familia rica, tenía dos hermanos mayores y sus padres. Cuando se contagió, sus padres lo mandaron a un tipo de internado donde lo entrenarían y curarían, pero era un lugar oscuro del que debía escapar.

Según Palatto, por las cosas raras que había visto y sufrido, la sangre que le sacaban para estudiar era el doble, una era estudiada y la otra se utilizaba para experimentar y mandarla a algún lado, el chico pensaba al principio que había otro internado que investigaba más profundo o tenían bases científicas; claramente, comprobó que si había algo más grande. Sin embargo, eso ya no se lo contó el chico, odiandolo por dejarlo intrigado y sin querer dañar su reputación de "no me importa quien eres o que sea de ti", aunque cuando contaba sus historias ciertamente le ponía atención.

Y apesar de su mal recibimiento cada tarde, Palatto había sabido ganarse a Jungkook.

Precisamente, en ese momento, ambos compartían una botella de agua, donde Jungkook bebía y se la ofrecía sin mirarle, Palatto mirándole confundido y luego tomándola con precaución para tomar de ella.

Ambos estaban cansados después de la rutina de entrenamiento que Jungkook había creado, tomando el diario después de darle el agua a Palatto, comenzó a anotar lo que era necesario para él escribir.

Palatto tenía una resistencia sorprendente, sus alas eran demasiado grandes, le permitía mantenerse muy bien en grandes alturas y contra fuertes vientos, podía cortar las ráfagas de aire con facilidad y era excelente entre los árboles, su vista era asombrosa, sorprendentemente, podía cambiar sus piernas a garras, lo que le permitía cazar su propia comida.

Jungkook había usado la cruza de especias y la mutación genetica para crear la criatura que ahora era su nuevo amigo, se había convinado con su ave.

Palatto tenía rasgos de águila y al mismo tiempo poseía la particularidad de cambiar su ropa, pero lo que Palatto no sabía es que la tela que manejaba fácilmente eran plumas, su ropa no acababa alrededor de sus alas, sino que era parte de ellas. Podía transformar sus alas en ropa para su cuerpo y si podía manejar así de bien la transformación, era posible que también pudiera convertir sus alas totalmente en algo distinto o incluso adentrarlas a su cuerpo. El punto era desaparecerlas.

─¿Hace cuánto haces notas así? ─preguntó el hombre con aura de adolescente al espiar lo que Jungkook dibujaba.

─Desde que mi novio me dijo que era mutante.

Palatto sorprendido, tomó aquello como un dato importante, algo del chico que le estaba ayudando que no fuera un comentario agresivo y duro sobre no tener una amistad o algo por el estilo. Interesado y con confianza de poder preguntar, miró más de cerca.

─¿Hace cuanto fue eso?

─¿A los doce?, realmente no sé. Medir el tiempo ya no me es fácil ─su lápiz se movía sobre el papel, dibujando el ala con cuidado ─. Tengo más diarios así en casa.

─¿Tienes casa? ─soltó el chico sorprendido, Jungkook río ─, wow y te puedes reír. ¡Que día tan raro el de hoy!

─Iba a mostrarte mi casa, pero con eso haz ganado que te desprecie un poco más ─sentenció el menor, feliz de poder ser quien en verdad era.

Power | JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora