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Mentiría si dijera que el miedo no recorría cada parte de su cuerpo hasta cubrirlo poderosamente, sintiendo que su cuerpo vibraba aunque había sabido controlar el temblor de cada parte de su cuerpo a excepción de su dedo índice en la mano derecha, siendo cubierta por la mano izquierda debido a las esposas que sus manos poseían.

Su nariz sangraba, no porque fuera demasiado el haber usado su don tornado, sino debido a que uno de los soldados había arrematado el mango de su pistola contra la cara de Jungkook, ocurrió tan inesperado que no pudo evitarlo y eso que de mantuvo calmado en el momento justo en el que los guardias llamaron por su número de identificación.

Leyó en la mente del hombre, su desprecio total hacia los de su tipo, entendiendo al instante la razón del golpe.  ¿El hombre sería castigado por faltar ante la seguridad de un mutante que obedeció la orden perfectamente?, claro que no.

─Oigan, elegantes chicos. ¿Alguno tiene papel o algo así?, la sangre sigue bajando y bajando.

Caminaba, una serie de los mismos (o tal vez no) cuatro guardias para guiarlo, dos a su espalda con uno de ellos picando su costado con la punta de su arma, al frente otros dos que llevaban la desición hacia donde girar, ninguno de ellos le prestó atención.

─Bueno, al menos podrían decir; no tengo papel, joven mutante asqueroso. Yo lo entendería ─subió el dorso de su mano, sintiendo la punta del arma encajandose en su costilla ─. Amigo, solo quiero sacarme la sangre, es incómodo ─agregó, teniendo un tono más ronco en su voz, de mal humor por toda la injusticia  que estaba observando.

Continuó, teniendo la manda de su uniforme rojo contra su rostro, sacando la sangre que aún no estaba seca permaneciendo así un momento mientras subía su cabeza un poco aunque sabia que no era la mejo opción. Bajó su mano cuando sintió que le hemorragia ya no existía y miró la mancha oscura en su uniforme, azul brillante.

Su mirada se movió por las paredes blancas, el suelo y techo del mismo color, grandes y largos corredores entrelazados entre sí, parecían sin fin, con señalamientos escasos en puntos distintos, convirtiéndose en su recurso indispensable para formar un perfecto mapa en su cabeza. Aunque, posiblemente Jimin lo sabría más que él.

Sabía, que estaban bajando, ¿estaban debajo del agua ya?, posiblemente sí. Imaginaba el agua y tierra alrededor de la enorme torre construida con detalle, viéndose impenetrable y como una perfecta cárcel anti mutantes. Sin embargo, ¿sería tan segura como todos decían?, ¿podrían escapar de ese lugar juntos?

"¿Estás preocupado?"

"Estoy temblando como la
puta madre."

"Tú y tu lenguaje."

"Todo va bien, bebé. Tranquilo."

"Ay, extrañaba tanto oír
ese apodo. Siento que voy
a ponerme duro."

Sintió la suave risa del contrario en su cabeza, teniendo más tranquilidad en su cuerpo, desapareciendo un poco de la ansiedad que su cuerpo no quería liberar. Después, el tarareo del mismo, el que mantenía desde que eran niños, estaba totalmente en su mente, siguiéndola también en algún punto por su propia cuenta, llamando la atención de los guardias.

Salió de su trance cuando fue empujado con el arma hacia una habitación, pudo notar una mesa elevada en medio de la sala, con distintos artículos a su alrededor, también varias computadoras en una esquina de la misma, muebles con objetos en envases de vidrio, etiquetas en los mismos que daban indicio de lo que se trataban. Todo era blanco, con mucha luz, sin ser lastimoso, pero incomodandole de sobre manera.

Power | JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora