Elsa debía darles la razón a sus amigos de vez en cuando, tal vez no podía concentrarse porque le hacía falta relajarse un poco. Muchos ya le habían dicho que debería despejar su mente con otra cosa fuera del proyecto, el cual la comía viva. Se imaginó por un instante en una playa preciosa disfrutando del sol bajo un enorme sombrero de paja y una bebida tropical en su mano. De piña o coco, prefería la de pina y su dulce sabor en el paladar. No había ningún ser cerca que la molestara, era solo ella y el vasto océano golpeando contra la arena. Se imaginó a si misma acercándose a la orilla viendo a sus pies desaparecer con las olas y los dedos entre la arena. El viento salado en su cara, este meciendo su larga cabellera en el aire.
En cambio, estaba recostada sobre el pecho de Eugene en la cama del mismo. Recibía un delicioso masaje en los hombros mientras él le susurraba cerca del oído tan paradisiaco lugar. Su voz tan tenue y profunda le hacía cerrar los ojos ante la puesta en escena y dejarse llevar un poco.
— ¿Si lo estás disfrutando? — cuestionó el hombre a su espalda reposando su barbilla en el hombro—. Te ves muy relajada.
Su esposa agitaba rítmicamente frente al rostro de su invitada un abanico creando ese viento que imaginaba en la playa. Al abrir los ojos de nuevo, Elsa bebió del vaso de cristal el jugo de piña que tanto le gustaba.
Elsa hizo un lamentable gesto con sus labios, dándole una mirada de perrito a su amiga—. Quisiera estar en la playa...
— ¡Hicimos lo que pudimos, cariño! — se disculpó a carcajadas su amiga rubia, arrojando el abanico por algún lugar de la cama matrimonial—. Necesitas atención profesional. ¿Deberíamos ir al spa tú y yo?, creo que ahí hay un sauna. Podría ayudar a relajarte.
Sacudió la cabeza con moderación, enderezándose en el proceso—. Debo hacer algo... trabajo, pero es más personal.
— Ah — su amiga se mostró interesada en aquello—. ¿Es algo más privado, quieres decir?
— Sí, he decidido hacer una pintura de Jackson.
Detrás de ella, Eugene casi escupe la bebida que acababa de sorber. Rapunzel en cambio, tenía una sonrisa cómplice en sus labios, donde la decencia quedaba excluida en el gesto; recordando esa vez en que ella misma inició como algo más personal.
— Quita esa sonrisa de pervertida — la platinada prosiguió lanzando una carcajada ante la reacción de sus acompañantes—. Pintarlo es un capricho mío que quiero satisfacer. Tiene ese tipo de apariencia que me encantaría retratar. Así que, ¿por qué no hacerlo?
— Sí, yo también empecé como un capricho — la rubia acercó su rostro al de Elsa, dándole un corto besó en los labios—. Y míranos, cariño.
Elsa tomó el mentón de su amiga, moviéndola de un lado a otro mientras le hablaba, apretando un poco las mejillas haciendo que los labios se le vieran como el de un pez. Diciéndole la verdad que ellos por supuesto ya conocían—. Jack es casado, y voy a respetar eso. Porque dudo que su esposa sea swinger como nosotros.
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LOVER
FanfictionCuando la historia se mezcla con el arte, los acontecimientos son impresionantes. Jackson Frost, un profesor de historia muy querido por sus estudiantes en el Instituto Disworks. Padre de su bella niña Adi y esposo de Mérida, una mujer a quien no am...