25. Rol Sexual ~ Soukoku

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Osamu Dazai
Nakahara Chuuya

La calle se encontraba prácticamente vacía y aquella joven de cabellos naranjas que semejaban un amanecer permanecía de pie, sola, esperando con paciencia y teniendo como unica compañera a la luna llena quien la cuidaba de la oscuridad de la noche.

Portaba un provocador vestido rojo que enmarcaba su delgada figura, unos tacones altos negros y un abrigo de piel mucho más caro de lo que conseguia de esa profesión que ejercia, sus labios rojos iluminaban la blanca piel de su rostro y su maquillaje sencillo resaltaba su profunda mirada, esos ojos tan azules como el océano invitando a perderse entre estos, todas estas cualidades llamaban la atención de las pocas personas que transitaban cerca suyo pues solo era una prostituta buscando a su próximo cliente.

Solteros, casados, con o sin hijos eran los hombres que buscaban sus servicios, ricos o clase media todos eran diferentes y al mismo tiempo tan similares, enfermos y degenerados sexuales buscando cumplir sus más oscuras fantasías con su cuerpo perfecto, buscaban latimarla, humillarla y hundirse entre sus piernas, todos eran iguales.

Los minutos transcurrían rápidamente cuando finalmente un auto negro se detuvo delante de ella, el hombre en su interior bajo los vidrios polarizados permitiendo ver a un individuo de cabellos castaños y orbes avellana pero que además se encontraba cubierto de vendas, eso atrajo por completo su atención.

-hola hermosura- en su rostro apareció una sonrisa de galantería, mostrando su disposición a pagar el precio solo por su compañia

-hola guapo ¿quieres algo de diversión esta noche? - se inclino ligeramente pero lo suficiente para que ambas miradas se encontrarán, eran el límite del inmenso cielo azul y la tierra, la combinación perfecta para dos amantes que se ocultaban entre las sombras - no será algo barato

- el dinero no es problema- el seguro de la puerta del copiloto se abrió permitiendo a la fémina subir y sin perder el tiempo partió llevándola al hotel donde se dejarían llevar por la lujuria y la pasión -¿me dirás tu nombre linda? -

- tal vez más tarde mi señor, no necesita saberlo aún - con suma delicadeza poso un mechón rojizo detrás de su oído, no llevaba aretes ni ningún tipo de joyería algo de extrañar por parte de una trabajadora sexual

Llegaron al hotel. Un lugar amplio e incluso debía admitir que era lujoso, no uno simple de paso en donde se acostumbraba a otorgar servicios de esa índole y como si fuese lo más natural del mundo solo ingresaron, pago toda la noche y se estacionó donde se le indicó.

Salió primero, le abrió la puerta y sosteniendo su mano la ayudó a bajar

- realmente no me dirás tu nombre - sin pena alguna poso ambas manos sobre su cadera atrayendola a su cuerpo rompiendo la distancia que los separaba - quisiera saber el nombre de lo que compre hoy - se acercó a su cuello para devorarlo con deseó, pasando su lengua por su hombro y su clavícula, mordiendo con fuerza para dejar marcas que mostraran a quien le perteneció y de quien será siempre

- Chuuya- su cuerpo se estremeció al sentir sus manos descender e intentar colarse debajo de la falda, la forma en que presionaba sus glúteos hacia que la temperatura subiera por su cuerpo deseando mostrase como realmente era y le follara sin compasión, jamás había sentido ese nivel de deseo o tal vez...

- hermoso nombre Chuuya- se separó sosteniendo su mano y depositar un beso sobre sus nudillos - yo soy Dazai, recuérdalo porque es el nombre que vas a gemir toda la noche

- entonces que espera Dazai san- arrastró la lengua en la última palabra, disfrutaba de provocar a aquellos que se convertían en sus víctimas y dejar una marca en su ser para que jamás la olvidaran y buscarán más de ella

Mil y un historias de Bungou Stray DogsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora