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  — ¡Nooooooooooooooo! — Exasperó el omega levantándose del suelo de un increíble y fuerte movimiento y alejándose del alfa, casi como si se tratara de un animal con pulgas y roña — ¡No, no, no, no, no, no! — Gritó una y otra vez como un maldito demente.

  ¡Mi primer beso! ¡Mi maldito primer beso, joder!

  No se esperaba aquello y de verdad que no lo hacía; mucho menos esa extraña chispa que había emanado en su pecho al sentir los rosados labios del alfa. Tal vez eso era lo que más le afligía.

  — Y-yo... N-no... Tae...

  ¡Mi primer beso!

  No dejaba de repetirse mentalmente mientras jalaba de sus grises cabellos con gran impotencia; comportamiento que alarmó al azabache.

  — ¡No! ¡No! ¡No! ¿¡Por qué!? — Chilló moviéndose en círculos por todo el área — S-se supone que debía ser especial. Las flores a nuestro alrededor, las aguas del mar a nuestro fondo, el cielo color naranja... Y ...¿¡Por qué!? Digo... ¡A mí al rededor! ¡Sí! ¡A mí alrededor — Y en verdad parecía un demente — ¡Tú no!

  Razón que alentó al alfa a ponerse de pie y hacer un intento de tomar al descontrolado omega, sin embargo, sólo pudo ganarse el rechazo total y unos cuantos empujones.

  — ¡No te acerques, Jungkook! — Advirtió el ojo gris colocando amabas palmas a la defensiva como si tratara de uno de esos ninjas que aparecían en las películas o libros chinos — ¡Juaaa Ya! — Lanzó un golpe al aire haciendo retroceder al azabache que lo observaba con esos enormes ojos bañados en preocupación — Tengo el récord del mejor omega, así que retrocede si no quieres salir lastimado.

  Ya se había humillado al confenzarle al azabache sobre su inquietud por su indiferencia repentina; la cuál aún no contaba con una clara explicación y no deseaba más humillaciones, no debía tener ninguna más. Él era Kim Taehyung, el omega más deseado y escurridizo de todas las temporadas de caza.

  — T-Tae...

  — Alejate de mí, Jungkook — Volvió a repetir, logrando que el alfa descendiera otro paso — No quiero hacerte daño.

  Y lo decía enserio; no sólo de la manera física, sino también, de la emocional. El omega era demasiado para el corazón blando y dulce de Jungkook.

  — T-Tae...

  Simplemente no quería hacerle daño en ese momento, donde los nervios y la sorpresa de su pecho lo habían tomado desprevenido con ese beso; agregando la humillación que había causado por no amarrarse la lengua con un mecate. El alfa era demasiado bueno y puro para hacer algo tan bajo como dañarle por su egoísmo y bipolaridad.

  — T-Tae... — Volvió a llamar cayendo repentinamente sobre sus rodillas con la cabeza baja — Tae... Yo — El tono de su voz era débil y baja, casi como el de un niño — Y-yo... N-no... — No pudo terminar cuando un sollozo le cortó el habla de su voz y ligeras gotas comenzaron a caer sobre el césped donde se encontraba.

  Y ahí estaba de nuevo.

  — Jungkook...

  Su pecho se presionó y sus intentos se activaron al verle de una manera tan vulnerable; de nuevo había hecho llorar a Jungkook. Por esa precisa razón, el omega no quería tener a Jungkook cerca en uno de esos ataques dramáticos, bipolares e infantiles que se cargaba de vez en cuando; agregando la vergüenza por la terrible humillación que había sufrido.

  Seguramente se lo cuenta a sus amigos.

  Fue en ese momento cuando el ojo gris, se percató de que una vez más había ganado su bipolaridad y de nuevo había lastimado a su pareja.

TONTO ALFA: KOOKV°°(OMEGAVERSE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora