Kim Taehyung es caracterizado por ser uno de los omegas más codiciados y engreídos de toda la tribu de Seúl; nadie es suficiente para él.
¿Qué sucederá cuando el engreído omega sea emparejado a la fuerza con el alfa más tonto y pasivo de todos los t...
¿Quién lo viera en aquella condición? Taehyung nunca imaginó encontrarse en semejante escenario con tal hombre; menos con un alfa como Jungkook. Luego de sus innumerables y poco apropiados actos en medio del bosque, el omega y el alfa, decidieron llevar sus sudados y ahora sucios cuerpos, a ese nido de amor e intimidad; donde nuevamente, unieron de sus pieles hasta que el esperado día volvió a renacer y el escuálido y moreno, perdió del efecto de calentura.
Era muy importante hacer mención de la nueva y ahora aumentada confianza y sentir entre el omega y el alfa, no sólo habían mantenido el acto de apareamiento, sino que sus cuerpos y lobos internos habían desarrollado de un nuevo lazo de intimidad y aprecio entre ambos; éste podía ser percibido con facilidad por terceros.
En otras palabras, sus sentimientos entre ambos había aumentado.
— Wou... — Interrumpió el omega después de mucho tiempo, secando de sus lampiñas piernas, mientras el alfa todavía permanecía dentro de la bañera — Muero de hambre... Ayer... Sólo bebimos agua y jugo de naranja... — Continuó, tomando otro par de la ropa interior del alfa; esta vez una con pequeños tigres como estampados — Agradezco que me prestes tu ropa interior, no quisiera andar por ahí con el culo restregado sobre mis pantalones; además son muy lindos tus calzoncillos.
Inmediatamente los grandes y oscuros del alfa se agrandaron, razón que lo obligó más a hundir de su cuerpo en lo frío del agua de la bañera que ambos habían compartido; porque sí, como se había mencionado en capítulos anteriores, no poseían agua caliente.
— M-mamá Nayeon y Jennie me los regalaron...
— Parece que ninguna deseaba que te casaras — Rió el omega dando un pequeño guiño dirigido hacia el alfa — Aún no entiendo cómo es que tu familia no llegó a buscarnos... Se supone que ayer... Teníamos esa ceremonia o cena... ¡No lo recuerdo! — Continuó colocando un par de pantalones, seguidos de ellos una camisa de botones color azul — Dices que ayer un sirviente estuvo aquí... Pero yo no pude oler o ver... ¡Que puta vergüenza! — Dramatizó el ojo gris comenzando a cubrir de su rostro con las palmas de sus manos — Pero bueno... Qué se le puede hacer.
Finalmente el cuerpo del omega abandonó su asiento sobre el retrete cerrado y extendió sus brazos hacia el cielo, para de esta manera, estirar y relajar un poco algunos de sus músculos; acción que llevó al levantar un poco de su blusa y provocando del mostrar un poco de la enrojesida y ahora marcada piel.
— Espero y tu madre no quiera matarme.
Los grandes ojos azabaches no pudieron evitar mantener su concentración en dicha zona; el plano vientre de su omega, motivo que lo llevó todavía más a elevar su temperatura y esconder de su rostro entre sus manos mojadas.
Su omega era el sujeto más hermoso del mundo mundial.
— ¡Vamos Kookie! — Chilló el de cabellos grises formando un fuerte puchero entre sus rosados labios — ¡Me muero de hambre y me desmayare sino consumo o bebo algo!
— S-sí.
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