Kim Taehyung es caracterizado por ser uno de los omegas más codiciados y engreídos de toda la tribu de Seúl; nadie es suficiente para él.
¿Qué sucederá cuando el engreído omega sea emparejado a la fuerza con el alfa más tonto y pasivo de todos los t...
Satisfacción ante una respuesta; Taehyung podía asegurar que eso existía, justo en ese momento. Como muchas habían dicho; hablando se arreglan las cosas. Sin embargo y pese al encontrar todo lo que deseó de Jungkook ante tal respuesta, algo en su corazón no seguía bien. Y no era por el hecho de que el azabache no había mencionado nada de la omega, sí, tal vez él no había engañado de él todavía, pero de alguna forma aquella incertidumbre continuaba.
El matrimonio próximo con Lalisa era algo que pronto llegaría si él lo permitía.
Justo en ese momento, que ambos conversaban como aquellos días en la cabaña, sentía el poder de protestar ante las dichas sugerencias del padre del azabache; pensaba que sí aquello era hablado y delegado, de alguna forma mantendría su victoria. Era obvio, justo ahora que observaba los ojos llenos de tanto brillo del azabache puestos sobre él, sabía que él no lo negaría.
¿Pero sería lo correcto?
Como había admitido abiertamente, el gustaba del alfa, sí y sí; tal vez hasta estaba un poco enamorado por su encantadora y tonta actitud. Pero lastimosamente aquello no retiraba el hecho de sus planes a futuro; porque en el fondo, el omega, sabía que debía ser firme ante tal situación.
Todo en ese mundo era un desastre, un saco de basura, lleno de discriminación e injusticias contra su especie.
Sí, él podía vivir con Jungkook e incluso enamorarse más de él día con día, formalizar todavía más su unión y hasta llegar a algo más.
¿Pero, nuevamente, era lo correcto?
El problema estaba arraigado a él, no al azabache. Jungkook había sido criado bajo las enseñanzas y creencias de los alfas, normalizando tantas injusticias y decepciones. Y no lo culpaba, pero el azabache, jamás entendería el punto de vista de un omega. Su dulce y pura actitud, exentaba sus raíces y lo diferenciaba del resto de su familia; con excepción de Seokjin, sin embargo, no era suficiente para el perdurar del omega; al menos no para algo que ni siquiera había conocido.
El omega no deseaba ser egoísta, no como sus padres lo habían hecho con él y su hermano; mucho menos con aquel joven azabache con ojos de bambie y estúpida personalidad. Jungkook no se merecía aquello; no de esa forma. Además de que, Taehyung, no podría escoger entre él y un mundo que aún no había conocido.
Él debía ser feliz, ambos debían serlo; lo merecían.
Ninguno podría exentar con 7 de calificación ante dichos sentimientos contra un exámen que ni siquiera habían conocido o visualizado; no, así no era la realidad. La vida era corta y ambos debían vivirla.
Fue así como el omega, omitió sus preguntas ante las estúpidas declaraciones de la zorra de flequillo, su futura época de caza y más y más futuro.
Sin más, decidió decretar un obligar disfrutar de presente y esperar por su hermano; ya después se arrepentiria como el estúpido humano que es.
— Oye, Kookie... Me das un beso como hace un momento.
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