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  Un llamado de auxilio sonó a lo lejos y los oscuros ojos de Jungkook fueron abiertos con brutalidad. Su pálido cuerpo yacía recostado sobre la única cama de aquel cuarto designado; probablemente se había quedado dormido cuando su bello omega se había dispuesto a duchar. Inmediatamente incorporó de su acalorado regazo y se dispuso a dirigirse al baño; el ambiente de la única habitación se había vuelto más húmedo y caliente, seguramente porque el sol de medio día había llegado.

  Tocó de sus hombros y pecho y descubrió lo pegajoso y húmedo que se encontraban. Su última ducha había sido llevada acabo en la casa de sus padres, por lo que necesitaba un baño con urgencia; y más porque su lindo omega se encontraba con él y no deseaba incomodar su linda nariz con sus humanos olores. Sin embargo, detuvo sus movimientos cuando la puerta de baño fue abierta con lentitud y un hermoso chico de cabellos grises y piel canela salió, éste portaba sólo una blanca bata y sandalias que permitían la vista a sus hermoso pies; el estomago del alfa dio un brinco.

  — Jungkookie...

  Inmediatamente, el corazón de Jungkook retumbó y sus pecosas mejillas aumentaron de color; la desnudez de Taehyung, estaba siendo sólo cubierta por una ligera tela que podría caerse o abrirse en cualquier momento.

  ¿De dónde había sacado esas bata? Se preguntó el azabache, girando su rostro a otra parte de la habitación para no incomodar a su esposo.

  — M-me... Iré a... Duchar — Logró pronunciar incorporando todavía más su acalorado cuerpo — Tú... Usa la habitación para vestirte... — Prosiguió arrastrando su cuerpo hasta el borde de la cama.

  Desconocía el motivo por el cual Taehyung se encontraba ahí; después de todo, él recordaba que, el omega, había ingresado al baño junto a su maleta para no tener la necesidad de salir.

  — Jungkookie... — Volvió a pronunciar el hermoso peli-gris ajeno a las palabras del azabache — ¿Estás bien?

  Jungkook se abofeteó mentalmente y dio un fuerte respingo intentado controlar el fuerte calor que se había adquirido en su vientre bajo. Era vergonzoso cuando eso sucedía y de hecho no era la primera vez que Taehyung lo hacía sentir de esa forma; ser virgen e inocente no impedían los deseos carnales, pero como buen alfa, él mantenía un gran respeto y control ante su pareja; porque eso era lo hacían los buenos alfas.

  — ¿Kookie? — Volvío a pronunciar el omega, calentado todavía más las mejillas del azabache.

  El azabache mordió de su labio y peinó de sus oscuros cabellos hacia atrás, estaban tan mojados que no regresaron para cubrir la mitad de su frente como normalmente lo hacían.

  — Me... Voy — Continuó Jungkook ido, ignorando todavía el hermoso cuerpo que se encontra frente a él — A duchar... E-estoy sucio... — Sus descalzos pies tocaron la madera  vieja del suelo, pero antes de lograr dar un paso, una delgada y frágil mano sujetó con fuerza uno de sus brazos llevándolo de nuevo, con facilidad, a la única cama.

  ¿Cómo había llegado Taehyung a su espalda?; Pensó dejando arrastrar su cuerpo hasta quedar al centro del colchón.

  — ¿T-Tae? ¿Q-qué... Qué haces?

  La respiración del azabache se aceleró y sus latidos aumentaron de ritmo; como si eso fuera posible. Sin explicación alguna, Taehyung estaba montado sobre su regazo con sus largas manos dentro de su camiseta; estaba tocando con gran descaro la piel de su cintura.

  — No te vayas, Kookie~ — Rogó el omega con una voz chillona y aguda, haciendo un enorme puchero en sus labios — Mi celo ha llegado y quiero jugar~ — Chilló, moviendo levemente de sus caderas sobre los pantalones del alfa — Los omegas necesitamos de la esencia del alfa para regular o suprimir nuestro celo — Continuó presionando con más fuerza sus caderas contra la entrepierna del azabache — Kookie~.

TONTO ALFA: KOOKV°°(OMEGAVERSE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora