Hermoso Desastre
"Lo que la mayoría no sabe, o parece ignorar, es que el suicida ya está muerto antes de saltar". -Javier Villatoro.
Esa escena hizo que mi corazón se agrietara. Ver a mi madre morir fue demasiado doloroso, mucho más de lo que podría soportar mi mente. Ella me había hecho mucho daño en mi vida, pero al final de cuentas era mi madre. Las lágrimas empezaron a derramarse sola, y un sentimiento de desolación inundó mi cuerpo. Sin embargo, la última palabra de mi madre hizo que recobrara el sentido, y pudiera volver a fijar mi horizonte: "Begi" significa "Huye" en ruso, por lo que debía escapar de allí de inmediato.
Tomé fuerzas en esa palabra y retomé la postura, para darme vuelta y entrar al tercer piso, sin embargo, al cruzar la puerta recibí un fuerte golpe en la cabeza que me tiró directamente al suelo. El dolor era intenso, pero al descubrir de donde había provenido, todo ese dolor se convirtió en odio.
- No voy a morir aquí. -Dijo Joshua, mientras cerraba la puerta con seguro. -Y ellos están tomando rehenes, no están asesinándonos a todo. Escuché a la anciana. -Afirmó. Empecé a quitarme lentamente la mochila.
- Joshua, podemos escapar. Allí mismo está nuestra salida. -Le dije, señalándole la puerta de escape que se hallaba al final del pasillo. Él, sin embargo, no hizo caso.
- No moriré por ti. -Dijo él, mientras se acercaba a mí. Por mi parte, me ponía de pie mientras me alejaba lentamente de él, abandonando el gran peso de la mochila en el suelo.
- Yo tampoco. -Afirmé, mientras me le lanzaba encima a iniciar lo que sería la lucha entre la vida la muerte.
Logré conectar un golpe en la cara a Joshua, y luego otro en su abdomen, lo cual hizo que retrocediera un poco; él no sabía con quien se estaba metiendo. Rápidamente, Joshua se recuperó e intentó golpearme la cara, pero lo esquivé rápidamente para darle un buen golpe en la costilla: Una de las ventajas de ser mujer en una pelea es lo delgado y ágil que puede ser nuestro cuerpo. Sin embargo, cuando intenté patearle el rostro, él logró tomar mi pierna y, con ambas manos, me lanzó por los aires. Al caer golpee mi cabeza, lo cual hizo que me aturdiera.
Joshua aprovechó mi estado y se me lanzó encima, colocando sus rodillas en mis brazos; su pesado cuerpo estaba sobre el mío, por lo que no podía moverme. En el suelo y en desventaja, él logró golpearme un par de veces en la cara, para luego dirigir sus golpes hacia mi abdomen.
- Que lastima. -Dijo él. -Eres una hermosura ¿Sabes? Pero no eres muy inteligente. -Afirmó, mientras deslizaba sus manos por mi cuerpo. -Debiste haberme dejado en la habitación.
En ese instante, logré movilizar un poco mi pierna y le conecté un rodillazo en su entrepierna. Eso le ocasionó un gran dolor, por lo que pude arrastrarme hacia atrás y liberarme; él logró tomarme una pierna con su mano, pues la otra la tenía ocupada en la zona del golpe anterior, sin embargo, con mi otra pierna le di una patada en su cara, haciendo que me soltara de inmediato.
Me coloqué de pie lo más rápido que pude, y me dirigí hacia mi bolsa de armas. De allí saqué una de las Glock y le quité el seguro, para luego dirigirla hacia Joshua.
- Y tu... -Dije, con la respiración entrecortada. -... debiste haberme matado cuando pudiste. -Y acto seguido, accioné el arma, cuya bala fue a parar directo al cráneo de Joshua, acabando con su vida de inmediato.
Contemplé su cadáver durante unos instantes. No sabía en qué momento me había vuelto tan fría, si había sido luego de la muerte de mi madre o mucho antes, durante el tiempo que había estado encerrada en la habitación.
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En la Sombra de los Soldados
Teen FictionEn una tarde soleada, la vida del joven Sebastian toma un giro inesperado cuando un grupo de Soldados desconocidos irrumpen en su vecindario y asesinan a todos lo que se hallaban en él. Sus padres no logran sobrevivir, pero Sebastian sí, por lo que...