Capítulo XVIII

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Dilema

"La indecisión es el ladrón de la oportunidad". -Jim Rohn.

     Luego de esa breve, pero incisiva conversación, Emma y yo no volvimos a tocar el tema. Al siguiente día, actuó como si nada hubiese pasado, pero con una marcada distancia hacia mi persona. Anya, por su parte, se hallaba feliz y enérgica, pues al fin era libre de ir y venir a donde quisiera, sin tener a su ahora difunta madre controlándole los pasos.

     Así nos mantuvimos durante un tiempo, en donde, poco a poco, Anya se integró perfectamente a esta improvisada familia, cumpliendo un rol vital en ella. Emma duró un buen tiempo mostrando recelo de nuestra nueva compañera, al igual que Nevado, sin embargo, al final ambos la aceptaron como una de nosotros. Inclusive, fue Emma quien le pidió que nos enseñara a pelear y a manejar las armas como ella, a lo cual Anya aceptó; en cambio, ella le ofreció sus conocimientos en medicina para que así, nuestra querida rusa, pueda aprender también cosas nuevas.

     Por mi parte, no tenía mucho que ofrecer, pero sí mucho que aprender. Me sumé de inmediato a las clases de combate y manejo de armas de Anya, por lo que tuve que iniciarme en sus rutinas de ejercicio físico, de la misma forma que Emma; en sí, hacer ejercicios no me molestaba en lo absoluto, así que pude disfrutar un poco esa parte del entrenamiento. La otra parte, la parte práctica, si fue mucho más ruda, pues Anya afirmaba que, para aprender a pelear, se debe luchar de verdad, por lo que individualmente Emma y yo nos enfrentábamos a nuestra compañera. En un principio, ella nos daba palizas fácilmente, sin embargo, con el paso del tiempo y el progreso de nuestros entrenamientos, empezamos a darle una justa pelea.

    Así mismo, cuando Em tomaba la batuta como profesora, aprendíamos nociones básicas de medicina, pues era la carrera que ella cursaba antes de que toda esta locura estallara. Aprendimos a curar heridas, hacer suturas, determinar algunos signos y síntomas de enfermedades, entre otras cosas, y a pesar de que ya había visto algunos de estos temas cuando estuve a solas con Em, me fue de utilidad reforzar los conocimientos.

     Y así, los días fueron pasando, y nosotros fuimos creciendo en habilidades y destrezas, así como también nos fuimos desarrollando como una familia. Aquella conversación con Em, cómo nunca más se volvió a tocar el tema, se fue volviendo parte del pasado, sin embargo, había ocasiones en que ese momento saltaba a mi mente, haciendo que muchas preguntas y dudas surgieran de ella. En la tarde que reina hoy, por su parte, fue uno de los días en que mi mente fue asaltada por ese recuerdo, justo cuando realizaba mi rutina de ejercicios.

- ¿Por qué no me ha sacado de la casa aún? - Pensé, mientras hacía flexiones. Dirigí mi mirada hacia donde esta Emma, la cual estaba haciendo abdominales. - ¿Y si Anya nunca se va de la casa? ¿Me iré de todas maneras? - Muchas preguntas saltaban a mi mente, de las cuales ninguna pude responder. - ¿Qué tendrás dentro de esa cabeza? -Pensé.

     Siempre me ha despertado la curiosidad la vida de Emma, pues luego de tanto tiempo aún no me hablaba de su pasado. Su mente pareciera ser un laberinto del cual nunca se puede salir, pero lo que de verdad me intrigaba saber era que si su laberinto mental la tenía atrapada a ella o a mí. Siempre me han dado mala espina las personas que ocultan su pasado, pues para hacerlo es porque algo malo debieron haber hecho, y si no lo cuentan en el presente, es porque aún no están preparados para superarlo. Así pues, Emma no escapaba de esa realidad, pues cada tanto me preguntaba con quien realmente estaba compartiendo la casa.

     Sin embargo, no puedo negar que ella ha sido como una bendición para mí, pues el primer día que la conocí me salvó la vida, y luego, cuando salí a salvarla a ella, conocí a Anya, otra persona que ha sido especial para mí, así que en cierta forma fue Emma quien se encargó de expandir mi mundo y darle un sentido a mi vida, pues ahora con dos personas a mi lado, puedo afirmar que ya tengo de nuevo una vida por la cual luchar.

En la Sombra de los SoldadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora