IV - Viejas heridas.

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Castiel me abrazó repentinamente, me pilló por sorpresa pero he de admitir que echaba de menos, lo echaba de menos cada parte de mi. Ahora mismo tengo sentimiento encontrados, lo tenía delante, estana entre sus brazos, como antaño. Y me sentía muy bien, pero no podía olvidarlo. No podía olvidar lo que me hizó, como rompió mi corazon sin miramiento ninguno y como, despues de hacer eso, no tenia derecho a hacerle lo que le habia hecho a Nathaniel minutos antes.

Se separó de mi y me propuso volver dentro e ir a alguna zona apartada, para que pudiesemos hablar sobre nosotros y pasar un rato juntos despues de todo este tiempo. Asentí y entramos dentro, no conseguí detectar a Nathaniel con la mirada y me acerque a Rosa y Lyss para decirles que me iba a apartar con Castiel, ellos me dijeron que tuviese cuidado y me observaron como me reuinia con el.

Nos sentamos en un reservado, he de decir que el shock de la situacion habia bajado la borrachera que llevaba, pero los efectos del alcohol seguian haciendo estragos en mi, de hecho, de no ser así dudo que hubiese aceptado el hablar con el. Ninguno de los dijimos nada hasta que el se animo a comenzar

- Esto... Elena, Lo siento. No sé porque no te hice caso, no sé porque le hice ccaso a esa arpía, ni ha habído ni un solo momento en estos años en los que no me haya arrepentido de no estar a tu lado, ni un solo momento en el que no anhelase besarte o abrazarte...

Él seguia hablando, pero yo ahí desconecte de sus palabras. ¿De que iba? me rompio el corazon y me cambio por esa zorra, y cuando 3 años despues vuelvo, se cree que con cuatro palabras bonitas me voy a lanzar a sus brazos o...? No puedo, me lo prometí, no volverme a enamorar, ni de él ni de nadie. Y si, es cierto que realmente, núnca he dejado de estar enamorada de el, pero yo tampoco iba a admitirlo, y menos, delante de él. Me decidí a hablar, interrumpiendole.

- Castiel... ¿Que pretendes? Me dejaste ahí, rota, llorando porque la persona a la que amaba y a la que estaba intentando proteger de la arpía que le quería haver daño me tindaba de loca, celosa y paranoica. Me rompiste el corazon. Hiciste que dejase de creer en el amor, que me prohibiese volver a sentir nada asi por nadie. Me volviste fría Castiel, rompiste a la Elena dulce y delicada y la convertiste en una tía que usaba a los tios a su antojo, que no le preocupaban los sentimientos de ninguno, que se acostaba con todos ellos por despecho, mientras que tu seguias en mi cabeza en todo momento. He estado todo este tiempo sufriendo por ti, por la decision que tomaste y te crees, que ahora, un par de palabras de arrepentimiento y cuatro cosas bonitas van a arreglar todo? ¿De verdad? Por que te puedo adelantar ya que no, que no va a funcionar.

- Elena...- N me había percatado pero mientras todo eso salía de mi boca, mis mejillas se habían inundado de lagrimas, lagrimas que reflejaban todo el dolor que me había preocupado su decision de mierda. Él alargo la mano para limpiarme las lagrimas, a lo que aparté la cara, levantandome sin decir nada y yendo hacía la salida a fumar. Nathaniel vino detrás mio, quien en la distancia, había estado observando toda la conversacion con el pelirrojo.

Cuando salí fuera y me encendí el cigarro, sentí como Nathaniel ponía su chaqueta sobre mis hombros.

- ¿Nos vamos?- Me susurro mientras me abrazaba.

- No me he despedido de los chicos, además, no quiero volver a mi casa aún.

- No te preocupes, los chicos al igual que yo han estado observandoos y han visto como has salido del club, no creo que les importe. Y tampoco iba a dejarte sola despues de lo que ha pasado esta noche, vamos a coger mi moto, vamos a por algo para cenar, vamos a mi piso y nos ponemos a ver películas ¿vale? Además, mañana es sábado, podemos despertarnos a la hora que queramos y por la tarde.... Mmmm tengo una sorpresa que puede que te guste.

Le miré con los ojos llenos de lagrimas mientras asentía, mi ex le había cruzado la cara hace un rato, el mismo ex por el que estaba llorando y ahí estaba él, dejando a un lado sus sentimientos por mi para hacerme sentir mejor. Simplemente no le merecía.

Nos subimos en la moto, fuimos a por comida y acabamos en su salon, con el sofa cama abierto, entre muchas mantas mientras comiamos y veiamos una pelicula policiaca. Al igual que el de los libros, tambien era su genero favorito en el cine. Él me dejo una de sus sudaderas anchas y estaba ahí, en su salon, riendo y compartiendo momentos con él despues de estos años sin vernos, como si no hubiese pasado nada. Seguía ahí, cuidandome, preocupandose por mi, y haciendo todo lo posible para evitar que me sintiese mal. Era tan diferente a Castiel... Me quedé mirandolo embobada mientras todos estos pensamientos bombardeaban mi mente. El estaba riendose y derrepente, me miró. En ese preciso instante recordé el beso que me dio en el club, y como, por ello se había llevado un puñetazo. Casi sin pensarlo me acerqué a él y le di un suave beso en los labios. Él me agarró de la cintura. Despues de un largo pero dulce y calido besó nos serparamos, mientras apoyaba su frente contra la mia.

- Elena... - Dijo con casi un hilo de voz inaudible.

- Tomatelo como compensación a lo de que pasó en el club.

El rió y me acurrucó en su pecho, seguimos viendo películas hasta que, finalmente, caimos rendidos.

Vuelta a la ciudad // CDM // CastielxSucretteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora