XXV- El comienzo del fin.

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Salí de casa de Rosalya hacía la mansión, tenía que llegar lo antes posible y ayudar a Lysandro, Nath y la manada de este ultimo. De pronto escuché como detrás mía alguien gritaba mi nombre, cuando me dí la vuelta ví a Leight. Estaba exhausto y tenía la voz entrecortada debido a la carrera que se había pegado.

- C-Casti-el... - Se paró y apoyó levemente en sus rodillas para recobrar el aliento.- Voy contigo. Sé que me dijisteis que me quedase con Rosa pero necesito ayudaros, no puedo quedarme de brazos cruzados viendo todo lo que esta ocurriendo.

Asentí levemente y nos montamos en mi moto, era la forma más rápida de llegar a la mansión. Dejé la moto en la entrada y comencé a llamar a Lysandro por telefono. No me cogía y empezaba a temerme lo peor. De dentro del edificio solo se escuchaban gritos y forcejeos que hacían que mi pecho se encogiese. Eran gritos llenos de sufrimiento, dolor y rabia. Abrimos la puerta y ons dirigimos hacía el interior.

La escena nos dejó perplejos. Jonathan había llamado a sus secuaces y el salón era una ardua batalla entre licantropos y strigois. Pude divisar la plateada melena de Lysandro en la lejanía de la habitación. Su ropa estaba destrozada por la batalla y su pelo estaba teñido en gran medida de rojo por la sangre derramada. Leight y yo nos miramos y fuimos corriendo hacía él, le ayudamos y los tres nos abrazamos. En ese momento Lysandro nos dirigió una mirada llena de preocupación.

- Yo... Intenté detener a Nathaniel, de verdad que lo intenté con todas mis fuerzas, pero en cuanto vió a Jonathan en la distancia corrió sin medida hacía él... Eso paso hará una hora, no paran de aparecer strigois que me atacan y aunque, con dificultad avanzo, no consigo encontrarle....- Note que el rostro de Lysandro estaba lleno de preocupacion. El mejor que nadie, sabía de lo que era capaz Jonathan y más, a un hombre lobo como Nath.

Los tres nos pusimos en su busqueda, debido a la amplitud del terreno el primer sitio dónde decidimos buscarlos fue el amplio jardín. Antes de entrar, Leight insistióo con gran terquedaz que nos pusieramos debajo de la ropa unos chalecos bastante pesados. No entendía que estaba pasando pero, debido a su insistencia, acabamos cediendo. Cuando llegamos a este, la escena no pude horrorizarme más. Cuerpos de licantropos yacian tirados en en el cesped mientras, los que quedaban con vida, atacaban con gran fuerza y rabia a los vampiros que rondaban la zona. El ambiente estaba cargado de u olor a muerte que acongojaba, era una escena de la cual, me sentía culpable. Era algo que tarde o temprano iba a acabar sucediendo, pero que yo tenía que haber adelantado por mi egoismo y por mi cobardia de no haberle contado la verdad a Elena...

Estaba totalmente ensimismado en mis pensamientos de culpa cuando un grito me sacó de mi burbuja. Era Lysandro gritando mi nombre. Me dí la vuelta rapidamente pero era tarde, un strigoi estaba practicamente encima mía. Me derrumbo y acabamos en el suelo forcejeando, por el rabillo del ojo pude observas como, mis amigos, se encontraban en la misma situación.No se cuanto estuve forcejeando con ese maldito asqueroso, pero a mi se me hicieron eternas. 

Cuando conseguí derrotarlo, me junté con mis compañeros y miré a mi alrededor. Estabamos rodeados, no sabía como ibamos a ser capaces de salir de aquello. Los miré y decidimos intentar entrar corriendo dentro del edificio, nos pusimos en camino. Algunos de los strigoi de Jonathan eran seres fuertes, que llevaban con esta condicion un largo tiempo. En cambio, había muchos que se notaban que eran iniciados, que eran novatos en esta condicion y que se veían distraidos incluso por el olor a sangre de los compañeros caidos.

Nuestro plan comenzó a torcerse, cuando quisimos darnos cuenta, estabamos totalmente rodeados. No teniamos escapatoria, eramos tres y ellos... Bueno, ellos podían ser perfectamente más de 30. No podiamos luchar, no podiamos escapar, no podiamos hacer nada. Por mi cabeza solo podía pasar Elena... yo, yo no podía quedarme de brazos cruzados, no podia dejar de luchar así, sin mas. Sé que si algo me pasaba, ella... La destrozaría. Le había fallado dos veces, no me podía permitir fallarle una cuarta. En ese momento escuché un grito que sonaba de detrás de mi:

- ¡AGACHAROS!

En ese momento sentí como Leigth se tiraba contra Lysandro y contra mi haciendonos caer al suelo. Él resto de vapiros dirigieron la mirada hacia el lugar del que provenia aquel grito. En ese momento un gran estruendo de balas me ensordeció. No entendía nada, ¿quien estaba ayudandonos? ¿Como iban a matar unas simples balas a un grupo de vampiros?


De pronto ví como, poco a poco, los vampiros iban cayendo al suelo, desvanecidos, viendo como el último apice de vida que quedaba en sus cuerpos se evaporaba. Los disparos cesaron y me encontré con que estabamos rodeados de un circulo de cadaveres. En ese momento me giré para observar quien nos había ayudado y entonces, las divise

Vuelta a la ciudad // CDM // CastielxSucretteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora