XIV - Confianza.

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Llegamos al hospital, mi corazón iba a mil por hora y solo sentía que se me iba a salir de la boca. Corrimos de un lado a otro en busca de Rosa, y por fin, pude distinguir su plateada cabellera entre la multitud. Me acerqué corriendo, y cuando se dió la vuelta me partió el corazón. Ahí estaba Rosa, la chica más risueña y positiva que había conocido en mi vida, con el rostro totalmente rojo de llorar y los ojos totalmente hinchados. A su lado estaba Leight, en cuanto Lisandro le vió con la cara empapada en lágrimas al igual que azarosa, se abalanzó a abrazarle. Ambos nos dejaron solas. Nos sentamos y Rosa comenzó a relatarme la situación:


- Todo era un control rutinario, Leight y yo decidimos ser padres, lo intentamos y no lo conseguíamos... decidimos acudir al médico, a ambos nos hicieron pruebas para comprobar que todo estaba en orden... y bueno, cuando estaba con vosotros en el centro comercial me llamó el doctor diciéndome que tenía mis resultados, y que tenía que hablar conmigo... ahí supe que algo no andaba bien... - En ese momento Rosa empezó a sollozar-. llamé a Leight rápidamente, nos encontramos aquí y cuando entramos a la consulta, el doctor nos anunció de que bueno... tengo cáncer, Elena. Me han dicho que lo han detectado a tiempo y que todo pasará sin complicaciones pero... tengo mucho miedo.

En ese momento me abalancé a abrazarla, momento en el que ella rompió a llorar irrefenablemente. Sabía que Rosa era fuerte, que iba a superar esto, y que todos la ibamos a apoyar para que siguiese adelante. Sabía que iba a salir revitalizada de esta mala experiencía, pero en ese momento, verla así de desolada, era superior a mis fuerzas. Las lágrimas escapaban de mis ojos sin que ni si quiera yo fuera consciente de ello.

Lysando y Leight volvieron, esperamos hasta que el medico llegase con las indicaciones y las sesiones a las que Rosa debía de asistir antes de someterse a la operación. Los cuatro salimos del hospital, con un semblante bastante desolador. El silencio reinaba entre nosotros ya que, ante tan inesperada situación, ninguno de nosotros tenía palabras. 

Nada más salir de la puerta del hospital le vi, ahí estaba, Castiel apoyado en su moto. En cuando nos vió salió corriendo hacia nosotros y se abalanzó a abrazar a Rosa. Supongo que, cuando Lys y Leight se fueron y nos dejarón solas aprovecharon para  avisar a Cas. 

Cuando terminó su abrazo, dirigio esos enormes ojos grises hacía mi, inspeccionando cada detalle de mi rostro. Se vino hacía mi a abrazarme como hacia mucho tiempo que no me abrazaban. Era un abrazo cargado de sentimientos, de fuerza, de tranquilidad y de todo va a  estar bien. Era un abrazo que hacía que me sintiera como en casa.

Lysandro se llevó a Rosa y a Leight a casa y yo me quedé con Castiel. 

- ¿Por qué no entraste al hospital cuando estaba dentro Cas? - Su rostro cambio de expresion en menos de un segundo. 

- Esto... Sabía que era una situación dificil y que quizás Rosa queria estar a solas con vosotros...- Le miré con una mirada dubitativa, no me terminaba de creer sus palabras. Sabía que había algo raro, que había algo que estaba ocultandome. 

- Castiel, ¿qué pasa? eres como un hermano para Leight y para Lysandro, sabes que Rosa te quiere con locura y yo estaba ahí dentro, no tenías motivo para no entrar.  ¿Que está pasando? ¿Qué estás ocultandome? 

- Elena... te juro, que cuando sea el momento adecuado te contaré todo, no quiero que haya ningún tipo de secreto entre nosotros dos. Pero ahora mismo no es el momento. Por favor. Confía en mi...

Lo miré, no sabía si debía de creerme cada una de las palabras que estaban saliendo de su boca. Una parte de mi quería confiar en él, él hombre del que llevaba enamorada ya años. Pero otra parte de mi no podía. Ya me había hecho daño una vez, ya había traicionado mi confianza, no podía volver a confiar en él como si nada.  

- Lo siento, Castiel, pero no tengo tiempo para seguir confiando en la palabra de una persona que me falló ya una vez.




Vuelta a la ciudad // CDM // CastielxSucretteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora