Entramos en la habitación de Lysandro y nos dispusimos a salir al balcón. Eran las 3 de la mañana y la lejanía de su casa del núcleo de la ciudad, hacían que el cielo se viese totalmente despejado. Esto me transmitía una cantidad inmensa de tranquilidad, y ciertamente, la necesitaba con todo lo que estaba por venir. Me senté en una silla y saqué mi paquete de cigarros, necesitaba disfrutar de ese momento de tranquilidad, porque ciertamente, no sabía con certeza cuando ibamos a volver a estar así de tranquilos. Me dispuse a encerder mi cigarro cuando sentí como Lysandro me lo arrebataba, se lo ponía entre los labios y lo encendía. No era el tipico tío que fumaba con asiduidad, pero siempre me pedía uno en los momentos de mayor estrés. Finalmente, saqué otro y lo encendí. Y ahí estabamos los dos, bajo la luz de la luna disfrutando de ultimo suspiro de tranquilidad del que ibamos a tener en un tiempo.Despues de esto, llamamos a Leight, aunque como es obvio, estaba al tanto de la situación, no sabía todo lo que había pasado ultimamente. Los tres sabiamos que emprendernos en esto, significaba tener que alejarnos hasta que todo se solucionase de Rosalya y de Elena, no podiamos consentir que ellas se viesen envueltas en todo lo que se avecinaba. Los tres decidimos que debiamos de advertirlas, de que debiamos de arreglar un par de asuntos y de que pronto volveriamos. No podía parar de imaginarme como Rosa y Elena iban a tomarse la noticia, y sabía, que en nuestros momentos de ausencias rios de lagrimas recorrerian sus mejillas. Esa imagen me mataba lentamente, pero no podiamos quedarnos de brazos cruzados, debiamos de hacer esto cuanto antes.
Cuando amaneció los tres hicimos las maletas y nos dispusimos a bajar a la entrada:
- ¿A dónde vais tan equipados hijos? - Preguntó Jonathan. Pude ver como sus colmillos estaban teñidos de un rojo carmesí y que no paraba de relamerse cual felino. Sabía que eso significaba que un nuevo humano había sido victima de sus garras esa noche.
- Padre, Castiel esta muy afectado por su problema con la humana, Leight y yo hemos decidido que unos días en el campo le sentaran bien. - Jonathan asintió. Parecia que no veía nada de irregular en lo que su hijo le acababa de relatar.
- Esta bien, estais siendo unos amigos estupendos. Y tú.- Dirigió su asquerosa faz hacia mi- Quitate ya a esa sucia humana de la cabeza, ya te lo he dicho, para lo único para lo que sirven es para usarlos de tentempié.- Contuve mi cara de repulsión y le dedique la mas falsa de las sonrisas.
- Así lo haré señor. - Los tres cogimos las maletas y nos despedimos cordialmente de Jonathan. Nos montamos en el coche y de camino a la cabaña del bosque, llego el momento que estaba intentando aplazar. Le tuve que mandar un mensaje, tuve que decirle a Elena que iba a desaparecer un tiempo. Sabía que le iba a doler y en parte solo esperaba que me odiase, que no odiase por lo que iba a hacer ya que, la conocía a la perfección y sabía que de no ser así, comenzaría a buscar, a preguntar, a buscarme. Y no quería verla implicada en medio de todo esto.
Llegamos a la casa del bosque y dejamos todas nuestras pertenencias en el interior. Los tres habíamos apagado los móviles para que no pudiesen dar con nosotros y para que tampoco tuviésemos la tentación de contactar con ellas. Una ves todo colocado, nos sentamos en la mesa redonda de madera que se haya a en medio del salón. Era el momento de comenzar a hurdir el plan perfecto para acabar con ese bastardo.
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Vuelta a la ciudad // CDM // CastielxSucrette
FanficElena era una joven de 20 años que volvía a la ciudad en la que vivió anteriormente tantas cosas para terminar sus años de universidad. La ciudad que la vio crecer, enamorarse y como le partieron el corazón. Volverá a ver a sus amigos, pero inevitab...