XXIV- El reencuentro.

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Me desperté. Antes de abrir los ojos recé por que todo fuese una mala pesadilla. Para mi desgracia, seguía en aquella oscura y húmeda celda. Miré mi móvil, parte de muchísimos mensajes de Rosalya tenía uno de...¿Castiel? Lo abrí.

"Rosalya le ha contado todo a Nath, el ha conseguido encontrarnos y vamos a sacarte de esta. Por favor, ten muchísimo cuidado. Cuando termine esto escribirme, por favor."

Le escribí inmediatamente, le dije que aún seguía allí y que no había vuelto a ver a Jonathan desde que me encerró aquí. Guarde el móvil, y a los pocos minutos, como si en el mensaje a Castiel le hubiese invocado, apareció por la puerta. Me senté contra la pared de la celda, no quería que ese se me acercase.

- ¿Que pasa, acaso me tienes miedo?- Dijo con una maliciosa sonrisa en la boca. Yo no le contesté. Se acercó a mi y me agarró enérgicamente del brazo. - ¿Que pasa que además de humana, eres tonta?- Levantó su mano para asestarme un guantazo cuando unos fuertes y estruendosos golpes comenzaron a escucharse desde la planta de arriba. En ese momento apartó su mano en seco y me lanzó al suelo, con la mala suerte de que mi cabeza golpeó contra la pared de piedra y quede inconsciente.

*CASTIEL*

Estábamos a las puertas de la mansión. Habíamos hablado con Nathaniel en todo momento y todo estaba,os listos para comenzar con el plan. En ese momento, mi móvil vibró. Rápidamente abrí el mensaje, era de Elena. Aún estaba sana y salva, Jonathan no había vuelto a ir a visitarla. Debíamos de darnos prisa. Avise a todos y pocos minutos después el plan estaba en marcha. Los licántropos comenzaron a atacar la mansión, mientras que Lys, Nath y yo entramos por la parte trasera de la manera más discreta posible y bajamos hacia el sótano. Los ecos de la batalla que estaba librándose en el piso superior inundaban las paredes juntos los gritos ahogados de licántropos que estaban siendo heridos. Llegamos a las celdas, solo había una cerrada, por lo que Elena debía de encontrarse ahí. Me asomé por la puerta y ahí la vi, tendida en el suelo, con un pequeño charco de sangre que rodeaba su cabeza.
- ¡ELENA!
Rápidamente Lys y Nath se acercaron, conseguimos forzar la cerradura y entrar dentro. Fui corriendo y la sostuve entre mis brazos. Aún tenía pulso pero no podía parar de pensar que ella estaba envuelta en todo esto por mi culpa. Si yo no hubiese vuelto a hablar con ella, si no hubiese sido egoísta y hubiese mirado por su bienestar antes que por mis sentimientos no nos encontraríamos en esta situación. Yo me quedé allí con Elena y Lys y Nath, subieron al piso de arriba para despejarnos el camino hasta el coche. Necesitaba llevar a Elena junto a Rosalya y Leight y volver para ayudar en esta lucha. Después de unos cuantos momentos, Elena comenzó a abrir los ojos.

*ELENA*

Comencé a abrir los ojos, y lo primero que vi fue el rostro de Castiel con los ojos vidriosos y el rostro lleno de lágrimas. Lo abrace con todas las fuerzas que me quedaban, y él, hizo lo mismo.
- Elena yo... lo siento... no debería, no debería de haberte involucrado en todo esto, yo... -Rompió en llanto. Me mataba verle así.
—Castiel, tú no tienes la culpa de todo esto, yo vine aquí pese a que Rosalya me lo advirtió pero... estoy bien, ¿no? Eso es lo que verdaderamente importa.- Le dí un beso.
- Vamos,tenemos que salir de aquí. Hay que curarte la herida de la cabeza, te voy a llevar junto con Rosa y Leight.
Comenzamos a correr por los pasillos. Mis fuerzas flaqueaban, y en una de estas caí al suelo. Castiel me subió en su espalda y seguimos el camino, no podíamos detenernos ahora. Conseguimos salir de allí, no me explico que estaba ocurriendo, pero sabía que no era nada bueno.
Nos montamos en el coche y nos dirigimos al apartamento de Rosalya. En cuanto me vio, vino corriendo hacia mi llorando. Sabía que la había preocupado mucho por no hacer caso a sus advertencias. Castiel apareció con el botiquin en la mano y comenzó a curarme la herida que me había hecho en la cabeza.
- Listo. - Me dio un pequeño beso y me agarró la cara con la mano para que le mirase. - Ahora tengo que volver a la mansión, tengo que ayudar a Lysandro y Nathaniel. Todo esto va a acabar ¿vale? Leight te va a explicar todo en mi ausencia. - En ese momento lágrimas comenzaron a recorrer mi rostro.
- Castiel por favor... No te vayas... He creído perderte en dos ocasiones ya, no quiero pasar por ello una tercera, por favor...- En ese momento me abrazo con fuerza.
- Te prometo que voy a volver, ¿vale? Voy a volver sano y salvo y no habrá más secretos entre nosotros. Te quiero con todo mi corazón Elena. - Tras eso me dio un pequeño pero intenso beso, cargado de emociones y de cariño y se fue.
No sabía que estaba ocurriendo, no sabía que iba a pasar ni en la que estaba metida Castiel y los chicos, solo sabía que no quería volver a sufrir, no quería perderlo.

Vuelta a la ciudad // CDM // CastielxSucretteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora