Llevábamos días alrededor de aquella mesa, proponiendo ideas y descartandolas debido a los inconvenientes que surgian a su alrededor. Mi mente estaba intentando centrarse unicamente en acabar con Jonathan, pero Elena no salía de esta. Derrepente, alguien tocó a la puerta. Todos nos miramos con cara de asombro, nadie, aparte de Jonathan, sabía que estabamos allí. Me dirigí decidido a abrirla, y no me creía quien estaba a el otro lado. Era Nathaniel. En cuando vio mi rostro, me cogio del cuello y me estampo contra la pared.
- Eres un puto degraciado - Masculló mientras que me miraba con la mirada de odio más pura que jamás había visto.
- Vamos Nath, sueltalo, por favor.-Le dijo Leight mientras le tocaba el hombro. Nath, para mi sorpresa y la del resto, me soltó practicamente al momento.
- ¿Tu le has dicho a este chucho que estabamos aquí, Leight?- Me sorprendió que Lysandro se dirigiese de tal manera a su hermano.
- No te preocupes, el no me dijo nada, he estado con Rosa y Elena y al ver como estaban decidí rastrearos.
- ¿Rastrearnos?¿Que eres?¿Un perro?- Pregunté con gran asombro.
- No se lo habeis contado, ¿verdad?- Miré a Leight y Lysandro, los cuales negaron ante la cuestión que Nath había planteado. Este dejó escapar una leve risa. - Ya sabes de la existencia de los de tu condición, pero supongo que no serás tan egocentrico de solo pensar que los vampiros existen. Los hombre lobo tambien, y para mi suerte o mi desgracia, yo soy uno de ellos.
Me habían advertido que los seres fantasticos de los que se hablaban existian y el hecho de descubrir que los vampiros existian y que yo, sin quererlo, me había convertido en uno me había nublado tanto los pensamientos que no había pensado que otros seres fantasticos vivian con nosotros. Durante las siguientes horas estuvieron explicandome más seres fantásticos que existian... Brujos, hadas... Estaba intentando asimilar todo cuado Lysandro tuvo una idea.
- Nath, tu manada, sé que los vampiros no os caemos especialmente bien, pero, ellos tambien odian a Jonathan, ¿verdad? - Nath le miró.
- Si... Es de naturaleza que vampiros y licantropos no nos llevamos especialmente bien, pero Jonathan... Él nos ha hecho la vida imposible, si hay algo que nos podrá unir, sin duda, sería el acabar con él.
Lysandro le miró con una expresion que yo conocia bien, sabía que estaba tramando algo, y sabía que ese algo iba a ser parte del plan definitivo contra Jonathan. La tarde transcurrió pensando en todos los detalles del plan, todo lo que debiamos de hacer y el momento en el que podriamos atacar a Jonathan de manera que el estuviese lo mas debil posible.
Durante los proximos días nos dedicamos a investigar sobre nuestras propiedas debilidades y a comprobar que, si de cierta manera, eran ciertas. Comenzamos probando si era real que la condicion sobrehumana de los vampiros se veía debilitada al lado de corrientes de agua. Falso. Estuvimos probando una tecnica tras otra, hasta que finalmente nos dimos cuenta de que, pese a que era lo típico, la unica manera de acabar con el era de clavarle una estaca en el corazón.
Organizamos todo con Nath y su manada, en un par de días atacarían la mansión de madrugada, obligando a Jonathan a huír hacía el bosque, allí, Leight, Lysandro, Nath, algunos de sus compañeros licantropos y yo estaríamos esperandole para dar fin con su miserable vida. Estudiamos cada posible fallo del plan y le encontramos solución, llevabamos ya casi una semana desaparecidos y aún faltaban unos cuantos días para que todo se llevase a cabo, no podiamos permitirnos ningun tipo de error, ya que lo que más deseabamos era salir de esta situación y ser, por fin, libres.
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Vuelta a la ciudad // CDM // CastielxSucrette
FanfictionElena era una joven de 20 años que volvía a la ciudad en la que vivió anteriormente tantas cosas para terminar sus años de universidad. La ciudad que la vio crecer, enamorarse y como le partieron el corazón. Volverá a ver a sus amigos, pero inevitab...