Nos dirigimos hacía dónde se encontraban Elena y Rosalya, no sabía que hacían aquí pero ahora mismo solo quería coger a Elena entre mis brazos y agradecerles el habernos salvado. Llegamos al tejado y ahí estaban ellas dos. Me dirigí corriendo hacía ella, tenía las mejillas totalmente humedas y me sonreía con los ojos totalmente lagrimosos. Mis impulsos más protectores salieron a la luz y fuí corriendo a ella estrechandola entre mis brazos mientras que no para de susurrarle lo mucho que la quería.
- Elena, Rosa.. ¿Pero que haceis aqui?- Dijo Lysandro, con un tono muy serio. Sin apartar de mi lado a Elena, nos dimos la vuelta observando el panorama.
- Hermano yo... Os debo una explicación.
Y entonces Leight nos comenzó a relatar todo, comenzando por que Roslaya sabía lo de que eramos vampiros desde hace tiempo, pero que me lo ocultó para que no sintiera el impulso de contarselo a Elena. Según él, no le quedo más remedio que contarselo ya que le pilló consumiendo sangre. Luego nos contó como, mientras que nosotros ibamos en busca de Elena a la mansión, él y Rosa trazaron un plan. Él la aprovisionaría de armas con munición de plata a Rosa para combatir a los chupasangres de Jonathan. Nadie sabría nada, pero Rosa y Elena habrían estado cubriendonos en todo momento hasta que lo hubieramos necesitado solo que las cosas se complicaron antes de lo previsto. Tambien nos contó como la sangre de los humanos con cancer, resultaba veneno y en ese momento Rosa sacó unas capsulas que nos repartió a todos. Para acabar con Jonathan deberiamos de introducir una de esas es su boca y ta-dán, Jonathan sería historia.
Los cinco bajamos del tejado, bajamos las armas y Leight nos aprovisionó con unas que tenía escondidas, tambien estas cargadas con balas de plata. Estabamos caminando sigilosamente cuando sentí como Elena se paró en seco.
- ¿Dónde esta Nath?- Dijo con voz temblorosa.
Le contamos lo de su paradero, lo que que divisó a Jonathan, fue directo hacía él y no volvieron a verlo. Pude notar su cara de preocupación, el rubio no era santo de mi devoción pero sé que era su amigo ademas de que, nos había ayudado con todo, sin él y su manada no podriamos estar llevando todo esto a cabo.
Avanzamos de manera cautelosa, hasta que, entre el ruido de la batalla escuchamos la repugnante voz de ese ser. Jonathan. Nos miramos todos y con cuidado nos acercamos de dónde provenía la misma. Estaban en una gran sala, Jonathan, rodeado de sus esbirros, estaba torturando a Nathaniel y dedicandole palabras de despecho hacía él. Teniamos que actuar, y teniamos que hacerlo ya, antes de que fuera más tarde.
Entramos en la habitación mientras que las chicas nos cubrían como podían eliminando al mayor número de esbirros para que la lucha fuese lo más rápida posible. Leight, Lysandro y yo disparabamos con la precisión más grande que teniamos a los esbirros de Jonathan para, gastar el menor número de balas. Miré a mi alrededor, no podía divisar a Jonathan por ningún lado y me giré hacía atras. Las chicas seguían sanas y salvas. ME dirigí hacía mis compañeros.
- ¡Cuidado! ¡Jonathan no está! -La mayor parte de los esbirros de Jonathan habían caído, cuando los ultimos estaban siendo derrotados corrimos energicamente hacía Nathaniel, que estaba malherido en el suelo. Le sujeté la cabeza y le coloqué mi chaqueta echa una bola debajo.
- Anda.. ¿A que vienen esas caras largas? Soy un hombre lobo, somos famosos por nuestra capacidad de regeneración.- Dijo con voz ronca, se notaba en su voz que incluso el hablar era un esfuerzo y que estaba totalmente dolorido. Seguía preocupado, seguiamos sin saber dónde estaba Jonathan. De pronto los disparos cesaron, a los pocos segundos escuché unos pasos que corrian hacía nosotros, pensé que era Elena.
- Nath, ¿estas bien?- Era Rosa. Miré hacía dónde se encontraba Elena y... ahí estaba él. Le había tapado la boca con la mano para que no pudiese gritar y Elena se encontraba con toda la cara llena de lágrimas.
- ¡ELENA!- Todos se giraron hacía la dirección en la que tenía puesta mi mirada y la vieron. Puedo afirmar, sin ningún tipo de duda, que era el peor momento de mi vida. Debería de haber estado más atento a ella, no debería de haberla dejado sola, nos estaba cubriendo, y ahora, estaba en las manos de ese desgraciado.
Jonathan me miró con una sonrisa en sus labios, con la que dejaba ver sus afilados colmillos. En ese momento su mirada se dirigió a Elena, cerró los ojos y inhalo su aroma. Sabía que quería morderla, yo mismo había olido el aroma de Elena y era dulce, tan dulce que unas ganas casi irrefenables de morderla invadian mi cuerpo. Comencé a apretar los puños, no soportaba ver a ese desgraciado tocandola.
- ¡APARTATE DE ELLA DESGRACIADO!
Jonathan me miró y se rió, momento en el que Elena, al vere distraido, aprovechó para morder con fuerza la mano con la que le estaba tapando la boca. Jonathan miró y sin que ninguno nos lo esperasemos, le pegó un puñetazo en la cara a Elena, dejandola inconsciente. Fuí a correr hacía ellos, en ese momento Jonathan negó y sacó el arma que Elena había estado utilizando anteriormente, cogío a Elena y le apunto en la sien. Me quede quieto, totalmente congelado presenciando esa escena, momento que aprovechó él para llevarsela dela sala.
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Vuelta a la ciudad // CDM // CastielxSucrette
FanfictionElena era una joven de 20 años que volvía a la ciudad en la que vivió anteriormente tantas cosas para terminar sus años de universidad. La ciudad que la vio crecer, enamorarse y como le partieron el corazón. Volverá a ver a sus amigos, pero inevitab...