De repente un estruendo retumbó por toda la sala. Una horda de vampiros siervos de Jontahan nos rodeó, yo me puse delante de Elena, tenía que protegerla, a toda costa. Lys, Leght y yo nos miramos. Los tren comenzamos a luchas, en todo momento escuchaba como las risas de Jonathan nos rodeaban, él estaba en la parte superior observándonos como si fuéramos su distracción. Cuando estábamos a punto de acabar con todos, bajó. El gran estruendo que recorrió cada rincón de la sala hizo que se nos erizase la piel. Todas nuestras miradas, inevitablemente, se volvieron en su dirección.
- Bueno, bueno chicos... Veo que... no os dais por vencidos.. Pero bueno, es hora de divertirse- Dijo mientras ponía en su rostro una sonrisa que no auguraba nada bueno.
La batalla comenzó, Jonathan estaba peleando contra Lysandro, Leight y yo. Nathaniel estaba luchando contra los pocos secuaces que restaban. Jonathan tenía una especia de fuerza sobrenatural, estabamos los tres luchando contra él y aún así era capaz de apañarselas. En ese momento el miedo comenzo a invadir mi cuerpo ¿Y si no conseguiamos vencerlo?¿Y si como venganza por nuestra sublevación les hacía algo a Rosa y Elena? Los nervios comenzaron a dominame y se me nublaron los pensamientos, cuando quise darme cuenta Leight y Lysandro estaban en el suelo, y enfrente de mi, Jonathan,
Alargó su brazo hacía mi, y pese a esquivar su movimiento, él fue más rápido, me agarro del cuello y me levantó. Podía ver reflejados en sus ojos un profundo odio. Siempre había pensado que este hombre no sentía ningun tipo de afecto por nadie, pero en estos momentos, me lo estaba demostrando con creces. Oí un disparo y en ese momento, Jonathan me soltó sin pensarselo dos veces y se movió de manera rápida, esquivando la bala. Escudriñe mi alrededor buscando el rostro de ese desgraciado, pero no lo encontraba por ningún lado. Se escuchó su risa y todos nos dimos la vuelta. Estaba de pie, al lado de Rosa, la cual estaba tumbada en el suelo. Leight corrió hacía ella sin ni siquiera pensarselo dos veces y Jonathan reflejó una cara de desaprovación.
- Sois debiles... Os dejais llevar por los sentimientos, cuando estos no sirven para nada y menos, cuando los sentimientos que teneís son hacía humanos, ¿no os dais cuenta? Vosotros sois inmortales, teneis la eterna juventud, no os van a salir arrugas, no se os va a caer el pelo mientras, esa persona a la que quereis ira envejeciendo poco a poco, tendreís que ver como su cuerpo se debillita y entra en declive.
- ¿Y que es mejor?-Dí un paso al frente- ¿Vivir una vida prohibiendonos sentir? ¿Vivir una vida vacia, en la cual menospreciemos a todo ser que no sea condicion ? Pues no- Dije con tono firme.- Me da igual el sufrimiento o los malos ratos que tenga que pasar por amar a una persona, sé cual es mi condición, se cual es la suya, pero eso no va a frenarme.- Jonathan comenzó a reirse energicamente.
- Las vereis en las más dificiles situaciones y claro, nunca se os pasara por la cabeza convertirlas debido al sufrimiento y los meses de infierno que suceden a la mordedura. Amarlas solo os traera sufrimiento, amar os hace debiles, y no pienso consentir eso.
En ese momento se agachó para intentar coger el arma que Rosalya tenía a su lado, cosa que Leight intuyó e intentó impedirselo. Jonathan estampó su cuerpo contra la pared sin ningún tipo de miramiento. Era un vampiro, sé que eso no lo mataría, pero no pude evitar que se me encogiese el corazón al escuchar el estruendo de su cuerpo golpeando el cemento. Jonathan alcanzó la pistola, y sin que ni si quiera darme cuenta, estaba apuntandome. Sabía que enfrentarme a él, podía salir mal, sabía que me jugaba la vida, pero nunca pense que esta situación se daría, que estaría viendo mi fin de frente. Es como si el tiempo se hubiera detenido, no podía ver nada que no fuera esa pistola cuyo cañón apuntaba en mi dirección. Miles de imagenes pasaban por mi mente a mil por hora, y en todas, estaba ella. Le prometí que no la iba a abandonar de nuevo, y aparte de no cumplir mi promesa, iba a tener que verme morir frente a sus ojos. No me atreví a mirarla, sabía que no soportaría verla en esta situación.
Cerré los ojos para admitir el destino que estaba apunto de llegarme, escuché un grito, acompañado de el disparo. La sorpresa vino cuando no sentí el dolor, no sentí ningun tipo de impacto. Abrí los ojos y escudriñé mi pecho, no tenía nada, pero mi vista se nublo cuando vi, que frente a mi, yacía el cuerpo de Elena.
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Vuelta a la ciudad // CDM // CastielxSucrette
FanfictionElena era una joven de 20 años que volvía a la ciudad en la que vivió anteriormente tantas cosas para terminar sus años de universidad. La ciudad que la vio crecer, enamorarse y como le partieron el corazón. Volverá a ver a sus amigos, pero inevitab...