14. Un poco de ti.

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Porque yo también te quiero...

Jinyoung había dejado entrar completamente a Mark en su vida y estaba dejando sin llave la puerta de su corazón. Se sentía raro pero ya estaba hecho, quitando el detalle de que Mark era un hombre como él, estaba aceptando que el mayor lo había logrado, había sacudido todo en él y si esto hubiera sido planeado, pues Mark tuvo éxito en lo que sea que haya querido hacerle a su mente y corazón.

Sus cuerpos pegándose se sentía como las brasas en una hoguera, sin embargo, parecían no lastimar porque la intensidad, el deseo y el afecto acumulado hacía que la acción resultara algo placentera. Mark lo guiaba a su habitación entre besos sin poder dejar de acariciarlo por todas partes. Por Dios, su casa era tan pequeña pero el camino allí parecía eterno cuando ambos estaban ansiosos.

Tocar con su espalda la madera de la puerta de la habitación fue un completo alivio. Mark giró el picaporte y casi logra que ambos cayeran, se miraron sonriendo con travesura mientras intentaban acallar sus risas cómplices y entraron al fin.

-Espera, ¿vas a encender las luces?-preguntó Jinyoung viendo cómo Mark estiraba su brazo hacia el interruptor.

-Me gusta sentir y ver bien lo que tengo. Pero si te avergüenza puedo...

-N-no...está bien.-dijo Jinyoung sonrojándose violentamente. Mark sonrió de lado decidiéndose por no encender la luz de toda la habitación, en su lugar, tomó a Jinyoung de la mano y lo llevó hasta la cama. El menor solo podía seguirlo con la mirada, su corazón queriendo golpeando su pecho para salir. El mayor se acercó a la ventana, hizo las cortinas blancas a un lado y la abrió dejando que la suave brisa fresca se colara en la habitación y la vista de las estrellas y la luna iluminaran lo justo y necesario. Jinyoung tragó saliva cuando Mark se acercó a él caminando tranquilamente, deshaciéndose de su camiseta hasta quedar con el torso desnudo frente a él. El menor ya estaba sentado sobre la cama con los pies en el piso, Mark lo miró profundamente.

-Tócame. Quiero que me toques.-se inclinó y tomó la mano de Jinyoung. Este ahogó un jadeo. Su mano fue reposada sobre el abdomen de Mark, sus dedos tantearon sobre los escasos vellos bajo su ombligo y luego siguieron su recorrido por la marcada piel. Sus ojos vagaban hacia dónde sus manos iban, sentía que si miraba directo a Mark no soportaría. Mark detuvo los movimientos con sus manos, con caricias recorriéndole a lo largo de sus brazos hizo que los elevara y prosiguió a deslizar su camiseta hacia arriba. Una vez hecho, la arrojó a un lado y se inclinó a besarlo mientras lo empujaba suavemente a la cama. Lo besó en la boca de forma casi brusca y muy caliente, Jinyoung abrió la misma para dejar que la lengua del contrario se adentrar en su cavidad. Mark gustoso continuó probándolo. Se acomodaron mejos sobre la cama y Mark comenzó a acariciar todo su torso desnudo, justo como él lo había hecho pero sin pudor alguno, el mayor lo exploraba sin titubear. Dejó que sus manos lo recorrieran robándole suspiros y jadeos. Mark parecía dibujar un sutil camino con sus dedos bordeando sus tatuajes y mirándolo con tanta seriedad.

El siguiente paso consistió en besos húmedos por su cuello mientras una de sus manos buscaba liberarlo de su pantalón. Fue entonces que un hormigueo o, más bien, un choque eléctrico se hizo presente en él. Su corazón comenzó a bombear más rápido y sentía que su cuello se calentaba. Dos dedos comenzaron a tironear lentamente hacia abajo la prenda y después de besarlo otra vez empujó con su mano todo junto, llevando hacia abajo hasta su ropa interior. Sus dedos apenas rozaron su intimidad y Jinyoung gimió. Mark sonrió de lado.

-No puedo creer que voy a hacer esto.- dijo Jinyoung.

-Sólo déjate llevar, bonito.-el menor asintió y Mark por fin quitó completamente su pantalón. Jinyoung no sabía que hacer, Mark estaba completamente enfocado en sus ojos en cada movimiento, cada vez que terminaba un beso y mientras lo acariciaba y masajeaba su piel. Todo se fue al cuerno cuando esos cortos besos comenzaron a bajar por su pecho, cuando sintió la mejilla de Mark rozar su pezón, tembló. Mark sintió bajo sus manos la piel crispada y sonrió antes de envolver con sus labios el dulce y rosado botoncito que tenía allí. Jinyoung conoció el placer de ser succionado y chupado allí. La humedad de la caliente boca lo estaba haciendo perder la noción del tiempo y el espacio. Mark lo miraba desde su lugar, era bueno ver que el menor lo estaba disfrutando. Con cuidado movió su boca hacia el otro pezón y comenzó a pellizcar el otro.

Two men and half woman [Markjin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora