1. Donde entran dos, entran casi tres.

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—De hecho, estoy preocupada por la situación de la niña Tuan. Su papá la está criando solo. ¿Dónde has visto eso? Y cómo si fuera poco vive en un chiquero con ese chico que es tan mala influencia. Temo por Yuna. Es muy pequeña para comprender lo que pasa a su alrededor.—la pequeña Yuna se balanceaba sobre sus talones junto a las dos señoras empeñadas en hablar de su situación. Se acercó y jaló con su mano un poco el vestido de la que hablaba.

—Señora, está mal que hable de otras personas. Fíjese que eso me enseñó mi papá y no tema por mi, yo estoy bien. Y no le llamé chiquero a mi casa que sea pequeña no quiere decir que no entienda, en unos meses estaré en segundo grado.—ella estaba por sacarle la lengua infantilmente a la mujer cuando dos brazos la sujetaron, se habría asustado sino fuera porque ya estaba acostumbrada a que su papá la cargará en los hombros cada vez que venía por ella.

—Hola, amor mío. ¿Qué tal te ha ido hoy?—preguntó Mark antes de darle un beso en la mejilla y luego subirla sobre sus hombros como siempre.

—Me ha ido bien. Lo único malo ha sido ese par de viejas ahí hablando mal de mi casa.—respondió frunciendo el ceño, lista para hacerles fuck you con la mano, mala influencia o no, eso lo había visto de Jinyoung.

—No debes hacerles caso, la gente habla porque el aire es gratis si tú respondes a eso de alguna forma es como darles la razón.—tuvo que bajar su mano conforme oía a su padre.

—¿Y Jinnie? ¿Él ya ha vuelto a casa?—y tenía que nombrarlo. Mark trataba de ignorar completamente el tema Jinyoung, más aún considerando que el tipo no aparecía por el departamento que compartían. No estaba preocupado, simplemente que volviera cuando haya que pagar la renta, eso es lo único que importaba. Maldito mocoso desastroso. No veía el día que pudiera despojarse de lo que lo ataba al mismo techo que él.

—No, Yuna.— contestó seco. En lo posible no quería hablar de él pero Yuna estaba encariñado, lo cual era ilógico considerando lo mal que la suele tratar Jinyoung.

—Espero que esté bien. Se ha sacado una foto con Tenebrosa y yo quería saber cuantos "me gusta" ha conseguido en Instagram.— ella dijo.

—Te prohíbo que tú te saques fotos con él.— Yuna se mordió el labio, menos mal que allí arriba su papá no podía ver su carita que la delataba. ¡Tenía fotos con Jinnie! Pero sabía que él no las subía a Instagram.

—¿Por qué no te agrada Jinnie?— Yuna ibas a seguir hablando de él sin importar qué. Mark odiaba el hecho de que Yuna se haya encariñado tanto con Jinyoung. El chico la trataba de "mocosa", "enana", "fea", "humano sin evolucionar". Yuna a veces se le acercaba con intenciones de abrazarlo o lo que sea que una niña quiera con alguien que convive con ella, Jinyoung la sacaba enseguida. Era extraña la vez que él no la ignoraba o la quitaba. Nadie podía resistirse a los encantos de su bebé excepto Jinyoung (o eso cree él porque Jinyoung tiene sus momentos).

—Porque hace cosas estúpidas.— decía eso pero si lo pensaba el vivió una adolescencia también y ahora que tenía una hija también pensaba sobre el futuro, ella también tendría esa edad y a veces, por más buen padre que te creas o hayas intentado, ellos eligen su camino. Él iba a apoyarla pero esperaba que no dejara tirada su vida como lo hacía Jinyoung, hasta sentía pena por él a veces. Tenía diecinueve años. ¿Qué rayos con sus padres? Jinyoung tenía demasiados excesos para su edad. Era preocupante verlo emborrachado, drogado. ¿Y si sufría alguna sobredosis? ¿Y si se le pegaba alguna enfermedad? No sabía qué hacía el chico afuera del departamento. El Jinyoung que él veía era ese chico molesto que vivía con el móvil en la mano, a veces hablaban y tomaban café pero no había muchas confianzas. El otro Jinyoung que conocía llegaba borracho o drogado. Por suerte, Yuna no lo había visto así y si lo ha hecho ha disimulado con decencia frente a ella. Con respecto a ella, si bien no era don cariñosito con su hija, era...bueno con ella. A veces dejaba que Yuna fuera con él a la tienda de conveniencia. Además, Jinyoung no parecía violento o tener intenciones ocultas con la niña. De hecho, se mostraba transparente y dejaba muy en claro el tipo de persona que era. Mark admitía, un poco de confianza le tenía.

Two men and half woman [Markjin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora