3. Lado oscuro.

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¿Por qué no había aceptado la oferta de Yuna esa noche? Llevar el televisor a la habitación de la enana y ver la maratón de viernes 13 mientras comían a espaldas de Mark todas las golosinas que Jinyoung había conseguido. Jinyoung se encontraba completamente fuera de sí y, a pesar, de los efectos del alcohol y la droga, no se sentía bien. Se encontraba mal, no era la primera vez que el sentimiento de angustia colaba su pecho en medio de una fiesta. Francamente, se sentía horrible porque en su estado, lejos de enfocarse en la diversión del momento, los propios efectos lo hacían alucinar cosas hirientes.

Jinyoung bailaba y se movía en busca de cualquier cosa que alejaran los demonios que lo atormentaba, aquellos que se había guardado para sí mismo todo este tiempo. Quería arrojar esos recuerdos a la basura y disfrutar como cualquier chico de su edad.

Por eso cuando esos labios desconocidos se apoderaron de los suyos, no dudó un momento en tomarlos con ferocidad. Sus manos fueron a parar a la cintura de la chica y la atrajo a él con impaciencia. Bajo sus párpados cerrados parecía que los choques potentes de las brillantes luces afuera lo iban a dejar cegado. No importaba, ni siquiera importaba que no estuviera sintiendo nada con el beso que estaba compartiendo con la desconocida.

Todo iba tan normal y aburrido como siempre hasta que abrió su ojos y vio algo que lo dejó impresionado.

¿Qué diablos hacía Mark allí? Se supone que estaría con su engendro durmiendo en casa o algo así. A Jinyoung ni siquiera la importó alejar a la chica bruscamente para meterse entre la gente y seguir la espalda de Mark que se metía entre la gente lentamente, no parecía huirle, simplemente parecía ir tranquilo sabiendo que Jinyoung lo seguiría. Él ni siquiera sabía por qué lo estaba siguiendo pero lo hizo de todos modos.

-¡Mark!- lo llamó y lo sostuvo de brazo. El otro volteó y lo miró con una sonrisa, su rostro tranquilo y dulce.

-Amigo, creo que te estás confundiendo de persona.- el rostro que parecía el de Mark comenzó adquirir otra forma y Jinyoung cayó en la cuenta de que habia seguido a un completo desconocido. Suspiró. De haber sido Mark. ¿Qué pretendía hacer?

🕷️

Mark estaba en vela esa noche, su mesa cubierta de papeles. Papeles sobre el divorcio, la custodia de Yuna, las deudas que le había dejado su ex mujer, facturas y la cuenta del colegio de su hija. Estaba enterrado, con su trabajo de mesero era imposible que pudiera saldar todo. Hoy es una noche en la que Mark solo quiere agarrarse la cabeza con ambas manos y azotarla contra su mesa. Esta cansado de que no avecinen buenas noticias o una propuesta de trabajo mejor. Mark tenía un buen trabajo, se había graduado de la secundaria con un título de humanidades y luego fue a la universidad donde se recibió de Contador. Tuvo una vida muy normal, un año después de salir de la Universidad comenzó a ejercer su profesión y conoció a la madre de su hija, se casaron; todo iba bien.

De pronto, un día después de años, la empresa privada donde el trabajaba quebró y muchos como él quedaron en el abismo. Su mujer se encargaba de la casa, no contar con otro sueldo había llevado a que los problemas económicos se acrecentaron. Mark buscó desesperado trabajo y mientras eso sucedía, su esposo seguía reventando su tarjeta como si estuviera en condiciones de pagar cosas. Tenía que mantener a su familia pero, definitivamente, todo se fue a la mierda cuando su esposa le exigió el divorcio yéndose con otro hombre y dejándolo con su niña, en ese entonces, de cuatro años. Se podría decir que toda su vida se le vino abajo y se había roto, se creyó derrumbado y al borde de la desesperanza. Sin embargo, "Papi, te he hecho este dibujo en el kinder.", "Yo no voy a preguntar más por mamá, si papi deja de llorar.", "Te amo.", Yuna se convirtió en su fuerza, su voluntad y ganas de ignorar la cruda realidad. Pasó más de un año por trabajos a tiempo parcial mientras su madre se encargaba de Yuna, cuando ella murió, otra vez soportó. Yuna debía comenzar el primer grado y él ya la había inscripto en un colegio privado, ahora también tenía que pagar una niñera, no contaba con la muerte de su madre. Cambiar a Yuna a una escuela pública no era una opción, ella había pasado por un duro período de adaptación porque aunque era una niña fuerte y lista, las repercusiones de su divorcio, el abandono de su madre y la nueva vida que llevaba con él mudándose de aquí para allá, la afectaban. Una vez que se mezcló con sus compañeros, Mark no quiso ponérsela más difícil, además el colegio quedaba cerca de su trabajo en el restaurante.

Two men and half woman [Markjin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora