17. Amarilla.

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Cuando Mark atravesó la puerta con Yuna, Jinyoung se levantó y caminó hasta ellos. Al principio, no sabía que hacer pero antes de que se diera cuenta estaba abrazándolos. Primero lo hizo con los dos juntos y luego por separado a cada uno. Yuna había picado sus mejillas con algo de inseguridad puesto que él solía apartarla cuando hacía ese tipo de acciones. Después fue el turno de Mark, Jinyoung se sintió algo que en su interior se quebrantada un poco. Aún así, sonrió para quienes comenzó a ver como su familia.

-Iré a verlos y los llamaré.

-Por supuesto que lo harás. Sino te matamos, Jinnie.- dijo Yuna.

-Digo lo mismo que mi hija. Si no tendremos que venir por ti.-Mark declaró. Jinyoung lo miró. Quería un beso.-¿Por qué me miras así?-el mayor ladeó la cabeza con una sonrisa de lado analizando al menor.

-Está haciendo un puchero como cuando yo quiero galletas, papi.- Yuna dijo. Mark lo observó pensativo.

-Cuando quieres algo debes pedirlo, bonito.- Jinyoung se sonrojó. Su mirada cayó de los ojos de Mark a sus labios sólo por un segundo y sólo eso bastó para que el mayor ensanchara su sonrisa y captara el gesto. Tomó a Jinyoung de la cintura y lo atrajo contra su cuerpo suavemente antes de apretar dulcemente sus labios contra los de Jinyoung. El menor gruñó de placer. Yuna comenzó a girar dando saltitos alrededor de ellos.

Sus labios se encontraron en una acción tranquila, disfrutando del momento que parecía extenderse sólo para ellos. Una mano de Mark acariciando su mentón guiando su movimiento y la otra sosteniendo su cuerpo contra el suyo. Se separaron y se miraron con ojos brillantes, con el sentimiento escapándose por cada poro, palabras que tenían miedo decir picaban en sus labios mientras sus corazones a punto de estallar.

-Te amo, Mark...-ambos adultos agacharon la cabeza viendo sonrojados a la menor que había imitado la voz de Jinyoung.-Ven me voy a vivir con ustedes y vamos a darle hermanitos a Yuna la más linda.- dijo ella.

-Yuna, cielo...pones a Jinyoung incómodo.- Mark revolvió el cabello de su hija nervioso. Jinyoung se mordió el labio y volvió a mirar a Mark.

-E-está bien...- dijo Jinyoung completamente rojo hasta la orejas.

-Ja...ja...ja...- Mark no sabía qué decir y también se sonrojó.

-Los novios fresitas.-se rió la menor.

🕷️

La soledad se convirtió en algo completamente diferente a la tranquilidad. De repente, no oír el sutil barullo de Mark y Yuna en la cocina comenzó a inquietarlo. Ahora cuando llegaba a su casa y no veía al par en el sofá o en el piso jugando se sentía algo apretado en su pecho, aún más cuando su cabeza enloquecía imaginándolos por momentos.

-Hermano, tú te sientes sólo. Llámalos. Seguro ellos están esperando a que lo hagas.- Jaebum le dijo desde el otro lado de la línea.

-Hablamos por texto.- en efecto, Mark le daba los buenos días y las buenas noches, le preguntaba cómo estaba y hacía que Yuna le enviara audios contándole cómo le molestaba levantarse un poco más temprano para ir a su escuela ahora que vivían más lejos y el adoraba la forma en que la menor sacaba temas para hablar sin parar porque necesitaba oírla. Cuando se despedían se sentía vacío.

-No es lo mismo. En una llamada puedes oírlos más tiempo y saber más. A este ritmo parece que estás perdiendo el interés. Si ellos te quieren pueden preocuparse por su relación.- Jaebum dijo.

-No quiero parecer pesado. Solo han sido una semana, cuatro días y...-unas dieciséis horas pero no iba a mencionar algo como eso porque sonaba raro que hasta tuviera conocimiento de las horas sin ellos.-No quiero ser pesado. Apenas se están asentando.- dijo.

Two men and half woman [Markjin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora