La Misión - Segundo Libro

Separación

Era un nuevo día, y la princesa Elizabeth resplandecía de felicidad, la batalla había acabado, las cosas aparentaban marchar bien, todos estaban viviendo en paz y la sonrisa de su gente solo alegraba más su corazón. 

Cada mañana ella iba a la taberna y pasaba allí su día con sus amigos, ese día en especial tenía una gran noticia que moría por decirle a todos.

—¿El rey nos dará medallas?— Preguntó con asombro Hawk.

—Si, quiere condecorar a los siete pecados capitales— Contestó Elizabeth —Y en especial a ti Mariann—

—¿A mi?— Preguntó Mariann, le parecía extraño pues, si bien ella fue quien acabo con Hendrickson, no lo hizo por el reino ni mucho menos.

—Por supuesto, después de todo, sin ti no lo habríamos logrado—

—No, creo que lo habrían hecho de alguna forma...— 

—Yo hubiera podido vencerlo fácilmente!— Gritó Hawk —¿No habrá medalla para mi?—

—Claro que la habrá Hawk, fuiste muy valiente— Dijo Elizabeth siendo interrumpida por Meliodas quien bajaba las escaleras.

—¿Me veo bien?— Pregunto con una sonrisa en su rostro —También servirá como uniforma para la taberna—

—¡Luce increíble!— Grito Elizabeth, al ver que le quedaba bien la ropa que le había traído —Creo que podría usarlo en la ceremonia de condecoración—

—Yo también ya estoy listo para salir— Dijo Gowther entrando en la taberna con un traje nuevo.

—¿Quien te eligió esa ropa?— Preguntaron todos al ver el extraño traje de la cabra.

—Lo hizo mi amada por supuesto— Contestó, Mariann se quedó extrañada por la respuesta, esa frase había sonado tan vacía, sin emoción, algo andaba mal y lo presentía.

—¿Tu amada? ¿De que hablas?— Pregunto Hawk.

—¿De tanto leer ya no distingues entre sueños y realidad?— Insinuó Meliodas.

—Parece que todos se están divirtiendo ¿eh?— Dijo King bajando hacia la taberna junto con Helbram.

—King, tu... estas vestido como siempre— Refunfuño Hawk.

—Pues si, por cierto ¿Vieron a Diane?— Preguntó.

—¡Amigos, vengan a ver! ¡Aquí fuera!— Grito Diane con emoción desde afuera y cuando todos salieron la pudieron ver con su traje nuevo.

—¿Les gusta? Merlín lo hizo para mi— Justo después de su comentario la hechicera mencionada llegó a donde estaban todos.

—Fue difícil elegir entre los dos que me diste— Dijo Diane aprovechando que ella se hallaba allí

—Que extraño, solo recuerdo haberte dado uno— Comentó ella, aunque King se veía muy satisfecho con la decisión de la gigante.

—¿Por que tanto escándalo...— Dijo Ban desinteresado saliendo de la taberna.

—Ban también tiene traje nuevo— Dijo Diane con emoción aunque su expresión cambio al verlo salir de la taberna —¡No lo llevas! ¿¡Y tu traje nuevo!?—

—Te refieres a lo que colgaron en mi cuarto— Dijo restándole importancia.

—¡King y yo lo escogimos especialmente para ti! ¡Que cruel!—

—Bueno, bueno, me lo pondré luego. Claro, si no luce horrible— Dijo en broma, King iba a contestar pero fue interrumpido.

—¡Atención todos! La ceremonia es mañana ¿Por que no celebrar hoy?— Dijo Meliodas.