La Misión - Segundo Libro

Cerca de la verdad

Mariann y los demás iban apresuradamente hacia la frontera del reino de las hadas buscando con la mirada preocupados, pues Herhead le habían informado a King que sentía como una presencia había entrado a través de la barrera y eso los preocupaba, pues temían que los demonios hubieran logrado entrar.

—¡La encontré!— Gritó Mariann, había detectado a alguien gracias a su olfato, sin embargo se quedó estática, ese aroma no era algo nuevo para ella, pero no lograba recordar al dueño de este.

—¿Que sucede? ¿Te encuentras bien?— Preguntó Elaine.

—Si, Es solo que... ese aroma se me hace muy familiar— Dijo Mariann —No importa, esta a un par de metros de aquí, creo que sería mejor ir por tierra—

—Tienes razón— Dijo King —Será mejor que continuemos a pie—

Mariann pudo divisar a lo lejos a una joven que andaba cubierta hasta la cabeza, lo que impedía ver su rostro.

—Este aroma...— Dijo Mariann.

—¿La conoces?— Preguntó Helbram.

—Eso creo...— Dijo Mariann y al decir eso inconsciente mente aceleró su pasó.

"Ese aroma" pensó casi llegando hacia ella y mientras su olor se hacia más intenso logró recordar —¡Pero claro!—dijo, su voz hizo que la muchacha volteará a su dirección.

—¿Qu-quien está allí?— Preguntó temerosa.

"Esa voz" Pensó Mariann, definitivamente era ella y rápidamente salió de las sombras.

—Eres tu ¿verdad?— Dijo Mariann firmemente parándose frente a ella —Hanyuu—

De la sorpresa la chica cayó al suelo y con ella la capucha que traía, dejando al descubierto los dos cuernos que salían de su cabeza.

—S-se... S-señorita— Dijo ella con la voz aun más temblorosa acercándose rápidamente por el suelo hacia sus pies y haciéndole una reverencia sin dejar de mirar el suelo —L-lo L-lo lamento tanto... Y-Yo...—

Ella trató de subir su mirada, pero la mirada seria de Mariann la intimidaba más haciéndola llorar —¡Lo siento! ¡En serio lo siento!— Decía entre llanto.

Mariann tranquilamente se agachó y la miró fijamente lo cual logró calmarla, y permitiéndole hablar finalmente —¿De que estas hablando? No sabes cuanto te estuve buscando— Dijo Tranquilamente, lo cual hizo calmar un poco más las lágrimas a Hanyuu.

—¿Lo dice enserio señorita?— Preguntó entre sollozos.

—Por supuesto— Dijo Mariann, sin embargo no entendía porque cuando recordaba a la pequeña Hanyuu, la recordaba con odio.

—¿Que fue eso?— Preguntaron los demás corriendo hacia ellas.

—¿Q-quienes son ustedes?— Preguntó Hanyuu a la defensiva, cambiando completamente de actitud, sacando su arma y apuntándola hacia ellos, poniéndose frente a Mariann de forma protectora —¿Por que le hablan así a mi señora?—

Ellos retrocedieron sorprendidos, pero inmediatamente después de ver sus marcas en el rostro también se pusieron a la defensiva, preparados para atacar de ser necesario.

—¡Hanyuu ya basta!— ordenó autoritáriamente Mariann mirándola con seriedad.

—P-pero señorita...—

—Oigan ¿donde están todos?— Interrumpió una voz, que era de Diane quien recién llegaba —¡Ah, ya los encontré!—

—¡AH!— Gritó Hanyuu al verla agacharse hacia ellas, pero inmediatamente también alzó su arma contra ella —A-Aléjate... Tu...—