El pecado del orgullo

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—Pero aun así...— Comentó Ban, pensando en la batalla que había sucedido y sus conversaciones pasadas.

—¿A que te refieres?— Preguntó Mariann.

—Creí que eras un demonio poderoso, ¿como es posible que ellos pudieran hacerte frente?— Preguntó Ban, Mariann no contestó, sabía a donde iba esta conversación y no quería tenerla —Es más, demostraste que podías con ambos y aún así no peleabas como siempre, es como... si te estuvieras conteniendo. Solo respondeme una cosa, Lo que Melascula dijo ¿Es verdad?—

—No sé a que te refieres— Trató de mentir Mariann, pero sabía que era inútil.

—Claro que lo sabes ¡Es cierto verdad! No los mataste por que son demonios... igual que tu— Dijo Ban, Jericho e Elaine miraban desconcertadas esta pelea. Mariann no podía contestar, así que solo giró su mirada. Ban estaba molesto e iba continuar hablando cuando Elaine lo interrumpió.

—Por favor detente Ban...— Habló calmada yendo hacia el.

—¿Como puedes actuar así?, ella...—

—Estaba protegiendo a su propia raza... yo lo haría— Dijo Elaine segura de sus palabras, Mariann volteó sorprendida a verla, no creía sus palabras —No puedes culparla por eso—

Ban se calmó, tenía razón, ella no tenía nada que ver con la guerra antigua, no tenía nada que ver con el rencor que el le guardaba a los demonios, no podía culparla por querer proteger a su gente, después de todo, ese es su deber.

Mariann iba a hablar pero de la nada aun estruendo sonó en todo el lugar, no era una sorpresa suponer que allí afuera, ya habían llegado Melascula y Galand.

—Te encontré— Dijo Galand entrando al lugar destrozando todo el camino hacia allí.

—Que extraño, estaba segura de que estaban aquí— Dijo Melascula al ver que no estaban.

Desde adentro se podía escuchar la conversación que tenían afuera, ambos mandamientos encontraron a Escanor y un silencio inundó el lugar, afuera hablaban bastante bajo y todos temían lo peor, hasta que un grito rompió el silencio.

—¡Es muy bueno!— Gritó Galand al probar un poco de alcohol —¿Quien hubiera pensado que las bebidas mejorarían tanto en 3000 años?—

—Galand ¿Recuerdas que nuestro objetivo es conquistar Britania?— Comentó molesta Melascula.

—¡Ay! No seas tan rígida, toma— Dijo Galand y le ofreció bebida.

—¡Que rico!— Gritó al probarlo —¿Quien pensaría que las bebida mejorarían tanto en 3000 años?—

—Es lo que acabo de decir—

—Creo que me gusta esta en especial— Comento Melasula risueña mientras sostenía una botella de cerveza de Vanya.

—Es cerveza de Vanya, conocida por ser la más rica y dulce entre todas las maltas, es popular entre las damas por su aroma similar a manzana— Comentó Escanor asustado.

—Tu si que sabes sobre bebidas alcohólicas— Comento Melascula acercándose a el.

—Bueno, tengo una taberna— Contestó el.

—¡Pasaste la prueba!— Gritó Melascula —¡Cuando arrase con la humanidad, te dejaré vivir!—

—Muchas gracias.... ¿¡Que!? ¿¡Arrasar con la humanidad!?— Gritó Escanor al darse cuenta lo que acababa de decir.

—Muy pronto Britania será conquistada por la raza de los demonios— Dijo Galand.

—¿La legendaria raza de los demonios, encerrada bajo un sello hace 3000 años?— Preguntó Escanor.

La Misión - Segundo LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora