Un alma desnuda

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—Eres uno de Los Siete Pecados Capitales que Fraudrin mencionó ¿Verdad?— Habló Melascula mirando a Ban.

—¿Fraudrin? No me suena ese nombre— Contestó Ban —Mejor primero díganme su nombre ustedes dos—

—¡Ja! Para ser un misero humano eres muy impertinente— Dijo entre risas Galand.

—Soy Melascula, el Mandamiento de la Fe de los Diez Mandamientos— 

—Y yo Galand, el Mandamiento de la Verdad— Se presentaron y tras estas palabras Ban aprovecho para atraer a su arma consigo.

—Los mataré— Dijo Ban.

—¿Un misero humano matarnos a nosotros?— Dijo Galand y en un abrir y cerrar de ojos apareció a espaldas de Ban —"Golpe Critico"

El ataque de Galand logro cortar por completo el cuerpo de Ban, partiendolo por la mitad —Maldito insignificante— Comento el verlo caer al suelo.

"Maldición, Ban" Pensaba Mariann mientras veía el escenario sin poder hacer nada.

—¿Por que estas tan molesto?— Preguntó Melascula al ver como Galand había atacado a Ban.

—Esto no alcanza para sanar las heridas que me produjo ese traidor— Dijo Galand —¡No me hará olvidar la humillación que Meliodas me provocó!—

—¿Ah, si?— Preguntó Ban, sorprendiendo a Los Mandamientos —Un traidor a la raza de los demonios ¿eh? Entonces, ¿el capitán le hizo eso a tu cara?—

—¿Como sigues vivo después de que te partí por la mitad?— Preguntó Galand sorprendido.

—Soy Ban, El Muerto Viviente— Dijo Ban tranquilamente mientras se levantaba —Nadie puede matarme—

—Estos Siete Pecados Capitales... ¿Son todos rarezas como tu?— Preguntó Melascula.

—Supongo que si, y a todos nos encanta destruir gente como ust...— No pudo terminar su frase, pues Galand lo atacó, decapitandolo.

—Muerto Viviente o no, si te destruyo la cabeza, será tu fin— Dijo Galand, sin embargo, Ban volvió a regenerarse frente a sus ojos —¿¡Que!? Nunca vi a ningún humano regenerarse después de eso ¿Es ese su poder mágico?—

—Un poder mágico desaparece cuando muere su poseedor, lo que vemos es su capacidad única— Dijo Melascula —Seguro oculta otro poder latente—

—¡Que interesante!— Dijo Galand acercándose a el —Discúlpame por haberte llamado insignificante, si quieres estoy dispuesto a recibir un solo golpe tuyo ¿Que me dices? ¿Me mostraras ese poder mágico que tienes?—

—Ah, un día, esos juegos que haces serán tu fin— Dijo Melascula.

—¡Es mi debilidad! Pero somos dos contra uno— Comentó Galand.

—Te vas arrepentir de esto— Dijo Ban mirándolo con una sonrisa a lo que Galand rió.

—¡Yo cumplo mis promesas!— Rió confiado.

"¡Festín del cazador!"— Gritó Ban, las aves caían del cielo, Jericho cayó al suelo casi sin fuerzas, todas la criaturas del rededor habían sido saqueadas de toda su fuerza para que Ban pueda pelear, todas menos Mariann e Elaine.

—¿Que es esta sensación?— Se preguntó Galand.

—Muy bien, ya que insistes, te daré un golpe— Dijo Ban de manera intimidante y golpeo con todas sus fuerzas a Galand quien cayó al suelo, donde Ban lo volvió a golpear.

La Misión - Segundo LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora