La Misión - Segundo Libro

¿Recuerdas tu pecado?

Gracias a la teletrasportación, todos los que estaban atrapados fueron llevados a Lyoness donde a través de una esfera podían ver y escuchar cada parte de la pelea, así pudieron presenciar con terror la llegada de los Diez Mandamientos, quienes rodeaban a Meliodas con Zeldris frente a frente con el.

—¡Por favor! ¡Usa teletransportacion para traer a Meliodas!— Pidió Elizabeth con desesperación.

—Eso no es posible— Contestó el mago —Para hacer eso primero debería ir allí y... los Diez Mandamientos no me Permitirían escapar—

—Mariann aun sigue con el... Ella lo traerá con nosotros ¿Verdad?— Dijo esperanzada Elizabeth.

—No se si deberían contar mucho con eso...— Dijo Ban.

—¿A que te refieres?—

—Ella y yo ya lo habíamos hablado antes, no es como que Meliodas le agrade mucho y a demás, tu misma lo viste, ella ha estado completamente inactiva en la batalla, en cuanto a la pregunta de Meliodas... Creo que ella no está segura de a que bando pertenece—

—¿Como que no esta segura? ¿Entonces nos traicionará?— Preguntaron todos con desesperación. 

—Tiene que elegir entre su propia raza y nosotros... Creo que estando en una situación normal ella los escogería a ellos, pero no esta en su hogar, no esta en su batalla, nosotros solo la confundimos—

—Ban... ¿Como sabes todo eso?— Preguntó King.

—Estos días... la he comenzado a entender, no es que ella sea mala, solo que por primera vez esta envuelta en una situación que no puede controlar, estorbamos su mente que mayormente tiene claro que hacer... Así que lo que vaya a hacer es completamente impredecible ahora...—Dijo con seriedad Ban, todos se quedaron mirado la escena nerviosos por el desenlace que esta tendría.

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En la batalla, Meliodas trataba de atacar, pero la fuerza y velocidad de Zeldris eran demasiadas —Ahora— Indicó y por detrás se acercó Grayroad.

—"Ataduras de cadenas de rencor"— Atacó, unas cadenas rodearon a Meliodas y de alguna forma se introdujeron a su cuerpo traspasando su piel.

La batalla siguió, Meliodas logró conectarle un golpe a Zeldris y aprovecho ese momento para tratar de escapar pero las cadenas de su cuerpo impedían que se fuera.

—Esta es la atadura de rencor— Explicó Grayroad —Nunca podrás salir del lugar donde te pusieron la maldición, la muerte es inevitable ahora—

—Mariann...— Llamó Meliodas en busca de ayuda, pero cuando volteó a verla, Zeldris estaba por darle la mano —¡Mariann! ¿¡Que estas haciendo!?—

—Ignóralo— Dijo Zeldris al verla voltear —Ven conmigo—

—¡No lo escuches! ¡Mariann no lo...— Su frase fue cortada de un golpe limpio de Derieri.

Mariann siguió a Zeldris a un lugar un poco alejado, lejos de la vista de donde podían verlos los de Lyoness a través de su esfera.

—Aquí podremos hablar más tranquilos— Dijo Zeldris.

—¿Tu eres el líder de Los Diez Mandamentos?—  Preguntó Mariann.

—Así es, Melascula dijo que querías hablar conmigo y a decir verdad yo también. Desde que sentimos tu poder no he parado de preguntarme ¿Que hace una demonesa de tu nivel tan lejos de casa? No creo que estés aquí para luchar en contra de nosotros, ¿no es así?—