Reconstruyendo Lazos

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Cada día que pasaba los demonios conquistaban más Brittania, sin embargo al parecer se limitaban al territorio humano, por lo que esos días transcurrieron en paz para los que se encontraban alejados.

—Elaine, deberías ir al Bosque de las hadas, cada día te pones más débil y solo Mariann te puede ayudar— Dijo Ban mirándola con preocupación.

—Solo déjame quedarme un poco mas... No puedo dejarte peleando solo— Decía Elaine sin querer separarse de su lado.

—Elaine...— Susurro Ban mirándola vulnerable, sin poder hacer nada.

Por otro lado, después de la muerte de Meliodas, King se había ido con Diane, acompañandola hacia donde Elizabeth curaría a los hijos adoptivos de Matrona, el había pasado los días allí hasta que los niños se recuperaran del todo y ahora estaba de vuelta.

Al irse acercando se dieron cuenta de que King no venía solo, pues detrás de el venían Diane y Matrona con su nueva familia.

—Hasta que llegas Harlequin— Dijo Helbram saludándolo.

—Si, se me pasaron los días sin darme cuenta— Dijo el y luego se pronunció ante todos hablándoles de que tanto las gigantes como los humanos se iban a quedar allí por un tiempo.

—Me alegra verte bien King— Saludó Mariann.

—Digo lo mismo, me preocupaba que no me recordaras— Dijo el, Mariann le sonrió y giró para ver a su compañía.

—También me alegra mucho verte a ti Diane— Saludó feliz.

—King... ¿Ella no es la chica tétrica de la batalla?— Preguntó Diane temerosa al ver a Mariann, eso le borro la sonrisa.

—Cierto... Lo había olvidado...— Dijo Mariann agachando la mirada —A ti también te borraron la memoria... así que solo recuerdas mis ultimas acciones, debo haberte dado una muy mala "Primera" Impresión—

—Entonces ¿Ya nos conocíamos?— Preguntó Diane mirándola fijamente.

—Algo así... Se podría decir que... Fuiste mi primera amiga— Dijo Mariann tratando de mirarla con una sonrisa, intentando contener su tristeza.

—Así que amigas... ya veo— Dijo Diane mirándola y tratando de buscarla en sus recuerdos. 

Mariann recordaba la vez que llego al bosque de las hadas por primera vez, a pesar de estar con las demás hadas, solo consideraba a Helbram como un amigo, más que nada porque era con el con quien pasaba más tiempo y por otro lado siempre pensaba en su madre, quien le decía que no era bueno para su futuro tener amigos, por lo que evito a toda costa formar lazos realmente fuertes con los demás, sin embargo conoció a Diane y mientras más hablaban más conectaban.

En ese punto de su vida, Mariann no había considerado tener amigos jamas, sin embargo Diane la llamó amiga con tanta naturalidad que le hizo notar la conexión que habían formado en su tiempo juntas. Si ella la llamaba amiga con tanta confianza solo significaba que esa era una conexión tan notoria que era obvia su relación y todos eran conscientes de su amistad menos la misma Mariann, quien a partir de ese día su corazón se abrió para llamar amigos a esos compañeros con los que disfrutaba pasar el tiempo.

—Lamento que hayas presenciado mi actitud durante ese festival y toda lo que paso después...— Dijo Mariann arrepentida, no por sus decisiones exactamente, más por la forma en la que sus compañeros la percibían ahora. Al menos le dolía la imagen que debió dar ante Diane.

—Bueno no te recuerdo, pero si King te perdona supongo que no eres tan mala persona y si nosotras en algún momento llegamos a ser amigas, no creo que sea imposible volver a intentarlo— Dijo Diane con una gran sonrisa.

La Misión - Segundo LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora